La ropa usada ya no es sinónimo de basura. Hoy puede ser también una fuente solidaria y de empleo, a la vez que ofrece un respiro a este exprimido planeta. En la empresa de inserción aRopa2 lo saben muy bien y, a juzgar por las cifras, cada día también hay más zaragozanos que han dejado de tirar a la basura aquello que no se ponen para empezar a depositarlo en los contenedores naranjas.

El proyecto aRopa2 ya ha sido capaz de generar ocho puestos de trabajo para personas en riesgo de exclusión social. Se han recuperado 62.604 kilos de tela y más de 6.000 prendas en buen estado han sido destinadas a personas con necesidades básicas derivadas por los servicios sociales municipales.

Desde que esta planta de reciclaje de textil comenzó su andadura, en el polígono de Cogullada hace solo cinco meses, casi ha multiplicado por cuatro su trabajo. "Conforme hemos puesto más contenedores, la entrada de ropa ha crecido de manera espectacular. Empezamos con unos 400 kilos al día y ahora están entrando una media de 1.500 kilos", señala Julio Cortés, coordinador del proyecto aRopa2.

El grupo municipal de IU fue el impulsor de esta iniciativa que "genera empleo local para personas que son derivadas por los servicios sociales municipales: parados de larga duración, víctimas de violencia machista...", destaca el portavoz de IU, Raúl Ariza. Por su alto interés social, el consistorio destinó este año 250.000 euros a aRopa2, y en el 2014 le dedicará otros 200.000 más "para acompañarles, hasta que sean un proyecto estable", apunta.

La ropa llega, se pesa y se clasifica. La que puede ser reutilizada, tras ser higienizada, se entrega a personas necesitadas o se venderá en una tienda de segunda mano que abrirá en Zaragoza. La que no, se convierte en trapos o en borra para la industria.

En un primer momento había 26 contenedores naranjas en Zaragoza, y más tarde se sumaron otros 20 más "para seguir instalándolos en los espacios públicos en los que el consistorio nos concedió permiso: centros cívicos, pabellones...", detalla Cortés. En la web www.aropa2.com aparece su ubicación.

Pero es importante que la red se extienda "porque el secreto del éxito está en acercar el servicio a la gente", opina Ariza. Y porque "cada 50.000 kilos (al año) que vayamos superando podremos ir contratando a una persona más", añade. Ahora, el mayor freno a su crecimiento está en la negativa municipal a instalar los nuevos contenedores en la calle, para lo cual habría que licitar su colocación. Desde IU quieren que su instalación "se haga por convenio. Y si se hace por concurso, que sea restringido para empresas de economía social".