Días antes de su aprobación definitiva, los vecinos de Montañana celebraron que el plan parcial pudiera salir adelante. Al menos eso expresó la AVV Urdan, fundada en 1979, que "lleva luchando desde sus inicios por el desarrollo de Montañana como la forma de poder equipararnos al resto de barrios, siendo ésta su primera y más antigua reivindicación".

"Tras la decadencia sufrida desde los 70, en la que nuestro barrio ha perdido más de mil habitantes, no solo por el envejecimiento, sino por el éxodo masivo de jóvenes que se han visto obligados a fijar su residencia en otros barrios", explicó esta asociación, que trabajó arduamente en los años 90 en el proceso de revisión del PGOU, "presentando alegaciones con la asesoría de expertos", relataron. Fue en el 2002 y fue aprobado siendo alcaldesa Luisa Fernanda Rudi.

Y ahora, aseguraron, "tras más de 40 años de parálisis, decadencia, abandono y viendo pasar el tren del desarrollo para un barrio con siglos de historia, en favor de otros de nueva creación", para ellos es un éxito que se apruebe, ya que "no es otra cosa que la aplicación del PGOU". Y lamentaron que se esté "usando en el juego político, haciendo demagogia y diciendo verdades a medias, calificándolo de pelotazo".

"Se trata de la única alternativa que nos queda para lograr suelo público para los equipamientos que faltan en el barrio", afirmaron, como "la ludoteca y biblioteca" que están "en locales de particulares a quienes hay que pagar alquiler", o el consultorio que "se halla en la antigua casa del médico obsoleta y plagada de barreras arquitectónicas". "Somos el único barrio rural sin piscinas porque no hay suelo, y para el nuevo centro de mayores hubo que comprar un inmueble", relataron. Así, afirmaron, "si el plan se tumba en el pleno del día 31 se abocará a Montañana a otros 20 años de parálisis y degradación".