Los vecinos de Miralbueno reclaman una mejora en sus conexiones con el centro de la ciudad tras verse privados desde el pasado 1 de septiembre del autobús que conecta Garrapinillos y Zaragoza (línea 604). Desde ese día, los autobuses de la empresa Samar Buil se detienen en la parada del Camino del Pilón para que los viajeros procedentes del barrio rural se puedan bajar, mientras sus puertas delanteras permanecen cerradas. El anticuado cartel "Zaragoza-Miralbueno-Garrapinillos-Torre-Medina" sigue allí, pero no puede subir nadie.

"Llevamos un cabreo morrocotudo. Vemos pasar ese autobús como vemos pasar las bicis del ayuntamiento, pero no podemos utilizar ningún servicio. Nos venía muy bien. Era puntual, rápido y circulaba de noche. Y en este barrio apenas tenemos opciones de transporte público", se quejó Ricardo Berenguer, vicepresidente de la Asociación de Vecinos San Lamberto de Miralbueno.

Los residentes del distrito aprovechaban esta línea interurbana para trasladarse rápidamente hasta el centro evitándose las numerosas paradas del 52 (Miralbueno-Puerta del Carmen), que, según los propios usuarios, suele tener una frecuencia de entre 15 y 20 minutos. Este comportamiento no pasó desapercibido para Auzsa, que entendió que colisionaba con sus intereses porque casi calcaba el recorrido del 52.

Además, sigue sin convencerles el recorrido de la línea 53, que les deja en la plaza Emperador Carlos V. "El 53 va de ninguna parte a ninguna parte. Nos obliga a fiarlo todo al tranvía y no resuelve nuestras necesidades de transbordo. Y si vas con bebés o con personas mayores con problemas de movilidad todo son problemas", explicó.

Las quejas del barrio en materia de transporte no son nuevas. Los vecinos se sienten discriminados. "El Consorcio no aporta ninguna solución. Antes teníamos una línea que nos conectaba con La Cartuja. Si viviéramos en La Muela lo podría entender, pero con lo que pagamos de contribución, no creo que estemos pidiendo nada que no tengan otros barrios de la ciudad", denunció.