El viejo Reyno de Aragón surgió de tres condados: Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, los dos últimos a la muerte de Gonzalo en el año 1044, nueve años después de hacerse cargo Ramiro del condado de Aragón, posteriormente elevado a la categoría de Reyno.

De nuestro primer rey, Ramiro I, hay algunas opiniones sobre su nacimiento y si fue legítimo o natural del rey Sancho III el Mayor de Pamplona. Todavía y después de tantos siglos, no hemos realizado un examen profundo sobre esta cuestión, que afecta a los aragoneses. La primera noticia sobre la ilegitimidad de Ramiro proviene de la Crónica Silense, escrita a mediados del siglo XII, habían pasado más de 100 años sobre el reinado de nuestro rey. La crónica es muy deficiente y con errores de bulto difícilmente asumibles. Desconoce la existencia del infante Gonzalo, heredero de los condados antes nombrados, y confunde a Sancho III el Mayor con Sancho Garcés II de Abarca y le asigna un reinado de 70 años.

El sentimiento anti-aragonés de Castilla vino dado por la ayuda que Ramiro prestó a su sobrino Sancho de Pamplona a la muerte de su padre el rey García en la batalla de Atapuerca. Fernando quería anexionarse todo el territorio navarro y nuestro rey Ramiro I de Aragón se lo impidió.

Ahora pasamos a la Crónica Najerense, escrita asimismo a finales del siglo XII, en la ciudad de Nájera; y es en esta crónica, donde da lugar a esa leyenda que ha llegado hasta nosotros y explica la manera ruin del comportamiento de García, futuro rey de Pamplona, que acusa a su propia madre del delito de adulterio, con la complicidad de Fernando y Gonzalo. Ramiro sale en defensa de su madrastra (según la Crónica) dolido por la injuria de sus hermanos. Si esto hubiera sido verdad (que es mucho suponer) debemos pensar, como no se castigó al infante García y a sus hermanos, al demostrarse la inocencia de la reina, su madre.

Estas crónicas aparecieron con muchísimas falsedades, ignoran personajes fundamentales de la época, y lo que es más sospechoso, no se había dicho nada y nadie había dudado de la legitimidad del nacimiento de Ramiro, hasta estas apariciones. Sancho III, rey de Pamplona, lo considera hijo legítimo y lo incluye en el testamento, en igualdad de condiciones al resto de sus hermanos, y así está en el Archivo Histórico Nacional que dice: "Sancho por la gracia de Dios, rey, doy mi tierra a ti Ramiro hijo mío, a saber desde Matidero hasta Vadoluengo, con toda integridad. Te doy la tierra para que la tengas, hayas y poseas por todos los siglos".

Gonzalo Martínez, presidente de la AVV Tomás Pelayo y vicepresidente del Ateneo, inaugura con el siguiente escrito una sección sobre historia y personajes ilustres de Aragón que tendra caracter bimestral y que se podrá leer en la Crónica.