La Escuela de Jota Vientos de Aragón cuenta con un gran nivel. Prueba de ello es la calidad de algunos de sus profesores, como Ana Belén Montorio, la responsable de canto, Campeona del Certamen de Zaragoza 2011, y de algunos de sus alumnos, entre ellos, Leticia Soriano, y los niños, Alba García y Pablo Gastón. En las siguientes líneas cuentan su experiencia en el mundo de la jota y en la escuela.

ANA BELÉN MONTORIO

--Su nombre resuena desde hace tiempo en el mundo de la jota. ¿Qué supone para una campeona enseñar a los más pequeños?

--Una experiencia muy gratificante y que me hace recordar los años en los que yo empecé a aprender, de la mano de María Pilar de las Heras en la Escuela Municipal de Jota. Los miro cuando cantan y veo la misma cara de aquella Ana Belén Montorio que empezó con ocho años, es la misma cara que pongo actualmente, cuando recibo mis clases, porque yo también sigo aprendiendo de manos de mi profesora, Laura Martín Montalbán. Ella me está enseñando un montón de cosas que luego yo intento transmitir a mis alumnos.

--¿Qué es primordial para cantar jotas?

--Ilusión, ganas y lo más importante, ritmo musical. Evidentemente, todas las voces no pueden cantar a nivel profesional, pero para poder descubrir la riqueza de nuestro folclore, todo el mundo debería en algún momento probar a cantar, bailar o tocar algún instrumento musical.

--¿Hay una edad idónea para empezar, a cualquier momento es bueno?

--Los niños pequeños, desde los cuatro años, cuando empiezan a leer y a pronunciar bien las palabras, podrían empezar a cantar, pero con cuidado. Las gargantas hay que mimarlas desde pequeños, ya que son nuestro instrumento musical, y, dependiendo de cómo las tratemos durante los primeros años de nuestra vida, y, sobre todo, durante la época del cambio de voz, sobre todo en los niños, determinarán si cuando seamos más mayores, podremos seguir cantando.

--¿Qué tal está siendo la experiencia en la Escuela Vientos de Aragón?

--Una oportunidad increíble para desarrollarme de otra forma diferente dentro del mundo de la jota. Ver las cosas desde el lado contrario, no siendo tú la que aprendes, sino la que enseñas lo que te han enseñado a ti durante tantos años, te hace sentir que esto no muere, que la jota tiene mucho futuro, y que gracias a los directores de la Escuela de Jota Vientos de Aragón, se está llevando el folclore hasta los nuevos barrios de Zaragoza. Desde luego, su director y profesor de baile, Raúl Ripol y César Frisa, al frente de la rondalla, están haciendo un gran trabajo

--¿Ve potencial en ella...?

--Claro que veo potencial. Y así lo está demostrando por ejemplo Leticia con su 3er premio en el concurso de jota celebrado hace unos días en Alagón. Es una persona que siente una gran ilusión por la jota y por aprender. Así da gusto enseñar. Estoy encantada con ella.

--¿Qué es lo mejor de las clases?

--Lo bien que nos lo pasamos todos juntos. Es un momento en el que cada uno de nosotros hacemos lo que más nos gusta, cantar, así que poder compartir esto con todos los alumnos de la escuela es fantástico. Niños desde cinco años, hasta personas mayores de más de 70 años. Todos los días aprendemos cosas nuevas los unos de los otros.

--Un mensaje para los futuros joteros.

--Constancia, ganas de aprender e ilusión. Y algo que a mí me enseñaron desde muy pequeña mis padres, a los que tanto debo: humildad. No eres más que otros por tener un premio. El premio es el resultado al trabajo realizado.

LETICIA SORIANO

--Aunque estás empezando, ya has ganado varios concursos. Define la experiencia.

--Muy emocionante. Sobretodo el tercero conseguido de Alagón como solista. No podía parar de llorar de alegría. El que me premiaran me sirve de incentivo para seguir mejorando y aprendiendo, sabiendo que junto con Belén Montorio vamos por el buen camino. Además, ese día, vino a acompañarte parte de la Escuela Vientos de Aragón, así, que me sentí muy arropada.

--¿En qué piensas al salir al escenario?

--Aunque parezca mentira, me da tiempo a pensar en muchas cosas. En mi madre, sé que estaría orgullosa de mi, como lo está mi padre. Pensar en ella e imaginármela allí, me tranquiliza. Por supuesto, pienso en todos los consejos que Belén me dice e intentar llevarlos a cabo, como el sentir lo que estoy cantando, para hacer llegar a la gente mis jotas.

¿Qué te ha aportado Belen Montorio en la jota?

--Todo. Llegó en un momento en el que yo estaba por dejar de cantar. Pero gracias a ella, a su ánimo y la confianza e ilusión que me mostró, hizo que resurgiera, cual Ave Fénix. Ya era amiga de ella antes y sentía mucha admiración por ella. Su forma de cantar y expresar la jota me encanta, y que considero, que para una pueda aprender, debes admirar al que te enseña y ese ha sido mi caso. Así que estoy feliz.

--¿Quieres dedicarte profesionalmente a la jota?

--Ójala, pero considero que es muy complicado. Hoy en día son pocos los que pueden decir que viven de la jota. Tampoco me gusta pensar a tan largo plazo. Para mí, hoy en día, la jota es mi gran afición con la que disfruto aprendiendo y compartiendo buenos ratos con mis compañeros y amigos.

--¿Cuáles son tus próximos objetivos?

--Seguir formándome como jotera y poder llegar a cantar en el auditorio, en el certamen oficial de jota.

--¿Tienes alguna manía antes de cantar?

--Me santiguo un par de veces y respiro hondo.

--Describe la experiencia en la escuela.

--La verdad que yo he vivido la creación de la escuela desde el principio, y, aunque fueron duros los inicios, he de decir que estoy feliz y orgullosa del trabajo que se hace en ella y a dónde se está llegando, tanto a nivel de baile, del cual Raúl Ripol es el responsable, como en rondalla, César Frisa, y, en canto, Ana Belén Montorio. La unión de ellos y el completo entendimiento hacen que en la escuela se estén preparando cosas bonitas para próximos eventos. Y también estoy muy orgullosa de amigos que en algún momento de dichos inicios duros estuvieron ayudándonos para que la escuela realizara sus festivales, misas, etc. Puedo decir que el ambiente es extraordinario, donde incluso los alumnos colaboran cuando se les necesita. Así que mi experiencia en la escuela es estupenda y muy positiva.

ALBA GARCÍA

--Con tan solo seis años, ¿por qué aprendes jota?

--Porque se apuntó mi madre y me gustaba lo que hacían y como me gusta bailar y cantar le dije que yo quería también.

--¿Qué es lo que más os gusta?

--Cantar jota, aunque bailar también me gusta mucho

--En vuestra familia, ¿hay más joteros?

--Mi yaya como aficionada, que canta por casa cuando estoy con ella.

--¿Cuál es vuestra jota preferida?

--Todas las que aprendo

¿Y tu jotero preferido?

--Mi profe Belén.

--Un reto próximo

--Intentar ganar un premio, pero si no lo gano no pasa nada.

--¿Te pones nerviosa antes de salir al escenario?

--Un poco, pero luego cuando canto se me pasa.

--¿Qué es lo mejor de cantar jota?

--Pues todo porque me lo paso bien.

PABLO GASTÓN

--¿Por qué un niño tan pequeño -seis años- aprende jota?

--Porque me gusta mucho la música de nuestra tierra. Me gusta igual cantar y bailar. Disfruto mucho

--Sigue a algún familiar tuyo que también sea jotero?

--Sí, mi madre, que es cantadora y mi padre, que es bailador.

--Si tuvieras que elegir una jota, ¿con cuál te quedarías?

--La jota que más me gusta es 'España noble y bravía', aunque 'He cruzado grandes mares' también es una de mis favoritas. Esta última me trae buenos recuerdos, porque fue con la que gané el primer premio desde que canto jotas, para lo que me fijo en mi madre, Ana Belén Montorio, que es mi jotera preferida y mi profesora.

--Si tuvieras que ponerte un reto próximo...

--Seguir aprendiendo para superarme cada día y hacerlo cada vez mejor

--¿Te pones nervioso antes de salir al escenario?

--Un poquito sí. Me va el corazón deprisa, pero como me gusta tanto, no pasa nada.

--¿Qué es lo mejor de cantar jota para tí?

--Salir al escenario. Me gusta muchísimo.