Durante el mes de marzo, el tema educativo está de moda, porque ha comenzado la campaña de escolarización. En el distrito de Casablanca es un asunto que preocupa y mucho a los vecinos, por la falta de plazas escolares públicas, y es que hay que tener en cuenta que algunas zonas del mismo no cuentan con un solo colegio público. Es el caso de Casablanca Histórico, la porción de la ciudad con más centros escolares privados de Zaragoza.

Hace muchos años esta situación era impensable en un barrio que prácticamente estaba abriéndose a la ciudad. Por ello, la llegada de uno de los primeros colegios privados fue todo un acontecimiento. Armando Burillo Rueda fue el maestro de dicho colegio, además del fundador del centro escolar 'Colegio Casablanca' de un barrio que por aquel entonces contaba con 1.200 familias, según indica el profesor. De estas personas, muchas eran agricultores, otras ganaderos y también pequeños comerciantes que tenían sus modestos negocios en el barrio. Además, había bastantes militares. "Casablanca tenía una imagen muy distinta a la actual", recuerda Armando.

La primera escuela que este profesor fundó en el barrio se creó en 1962 en la calle Escuela, número14, "justo donde hoy está la frutería", precisa. Se abrió el 2 de septiembre. Este centro educativo pasó luego por diferentes emplazamientos, como la calle Rosas, número 2, justo enfrente de la Escuela Nacional, el único colegio público que ha tenido el barrio.

Los niños que estudiaban en el colegio de Armando tenían entre 6 y 14 años. "Eran niños y niñas, todos ellos, en una escuela unitaria, es decir, con un único profesor, que era yo", indica. Cada clase tenía 48 alumnos, que se formaban en materias como matemáticas, ortografía, lenguaje, historia y geografía, ciencias y religión. "Cuando terminaban toda su formación tenían que hacer un examen para la obtención del certificado de estudios primarios, dado que éramos un centro oficial y esta titulación era válida", comenta este maestro, hoy retirado.

Estas asignaturas se complementaban con otras, segregadas por sexos, como educación en el hogar para las niñas, o gimnasia, con especial incidencia para los niños. "No teníamos recreo por aquel entonces, y salíamos a hacer la clase al solar que hoy ocupa la urbanización Viñedo Viejo", puntualiza Armando Burillo. Las enseñanzas de Armando en este ámbito debían ser muy buenas, puesto que los alumnos del colegio se proclamaron campeones de los Torneos Escolares de Enseñanza Primaria en el curso 1962-63, "ganando al Colegio de Jesuitas en Madrid", recuerda con satisfacción Armando. Esta competición fue la antesala de los actuales Juegos Escolares. Este colegio consiguió otros premios.