Es la misma persona, pero son tres artistas. Totalmente diferentes, pero con algo en común, que trazan una visión muy especial de la realidad. Todos son Andrés Rábago, pero unos están firmados como OPS, otros como El Roto y, otros, como Rábago. El dibujante madrileño inauguró el pasado 27 de febrero en el Centro de Historias de Zaragoza su exposición Un viaje de mil demonios (y un par de ángeles). En la muestra, que se puede visitar hasta el próximo 18 de mayo, se pueden contemplar 144 obras de su extensa trayectoria, en lo que es la "mejor" realizada sobre el autor hasta ahora.

La exposición arranca con los trabajos realizados por OPS en los que Andrés Rábago desafiaba a la censura franquista: "El lector decidía su significado porque era una lenguaje encriptado que él mismo tenía que interpretar con el fin de que no hubiera ninguna posibilidad de que actuara la censura", explicó el artista, que señaló que, en esa primera sala, se pueden ver dibujos de su época en las revistas Hermano Lobo o Triunfo, así como el bestiario que realizó para la revista Madriz. Una etapa, la de OPS, que se acabó, explicó Andrés Rábago, "no porque el lenguaje no fuera maduro sino porque ya no era necesario usar ese lenguaje conceptual en la sociedad de los años 80 en la que estábamos".

ESTILO CARACTERÍSTICO

Así, la segunda sala ya está dedicada íntegramente a El Roto. En ella, se pueden ver muchos de los dibujos que se han podido ver en la páginas de prensa a lo largo de los últimos ocho años. "Para hacer esto, me he movido por dos máximas, que el dibujo sea de calidad y aguante el paso del tiempo; y abordar temas que no fueran anécdotas triviales --comenzó su explicación Andrés Rábago--. El dibujo tiene que ir al transfondo de lo que está pasando, no hablar de lo inmediato sino de lo que nos ha llevado a ello o de las consecuencias que tienen los actos de los políticos".

El Roto ha patentado un estilo característico que ha removido cada mañana muchas conciencias. Sus viñetas, además, incluyen "unos mínimos apuntes de color" como en las "revistas alemanas de los años 20". Todo provocado porque, en su opinión, "hay un exceso de color en las cosas porque la técnica lo permite pero yo me he llevado mis obras a la austeridad porque es mi lenguaje".

Rábago es el protagonista de la tercera sala de la exposición en la que se puede contemplar la pintura "personal" del autor llena de color y que él mismo explicó en la visita a la muestra: "El espíritu y el alma tienen cabida dentro del terreno al que nos quieren llevar y estas obras tienen que ver con la poesía y con las líneas estéticas que nos van marcando". ¿En qué faceta se ve más reconocido Andrés Rábago? "No son facetas externas a mí, me constituyen. Mi experiencia es esa, en un caso y en otro, me evidencio así".

La muestra se completa con un vídeo protagonizado por el propio Rábago. Un viaje de mil demonios (y un par de ángeles) se puede visitar hasta el 18 de mayo de martes a sábado, de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas. Los domingos y festivos estará abierta de 10.00 a 14.30 horas. La entrada es libre.