El Plan Integral del Casco Histórico (PICH) da el salto al barrio de Jesús (Arrabal) a través del primero de los programas de intervención sociocomunitaria. En colaboración con la Asociación para la Promoción y la Inserción Profesional (APIP), el PICH introduce este plan con el doble objetivo de rehabilitar y revitalizar 35 viviendas de personas con escasos recursos en la margen izquierda, así como contratar a seis personas del barrio, tres oficiales y tres peones, bajo la supervisión de una aparejadora.

Estas mejoras se iniciaron a finales del mes de julio en baños, cocinas e instalaciones eléctricas de algunas viviendas del barrio que se encontraban en estado precario o situaciones que no permitían una mínima dignidad de vida en su interior. De hecho, muchas de las actuaciones tienen que ver con la eliminación de humedades y pintado de paredes, colocación de platos de ducha por bañeras, y reorganización de espacios.

José Manuel Alonso, concejal delegado del PICH, presentó el programa, junto con Ana Sanromán, coordinadora de la Oficina del PICH, y Patricia Urzola, directora de APIP ACAM. Alonso destacó que es "un programa comunitario, que responde a las líneas estratégicas del PICH", que además de mejorar la vida de las personas que habitan en las viviendas rehabilitadas "permite dar empleo a personas que se habían formado en esta profesión".

Sanromán matizó que todos los contratados son vecinos del barrio. "Es una actuación para crear empleo entre las personas más necesitadas. La selección se hace en estrecha colaboración con el centro municipal de Servicios Sociales del Arrabal, quien propone a las personas que participan en este programa".

Dichas mejoras, que rondan los 1.800 euros de media, "se dedican a arreglos de accesibilidad, seguridad, higiene y habitabilidad mínima, centrándose en baños, cocinas, instalaciones eléctricas, reparación de humedades...", explicó Urzola. Sanromán recordó que un equipo de mediadores intervino con aquellos inquilinos no propietarios, negociando una rebaja en el alquiler o ampliando las condiciones del contrato de arrendamiento.

Entre las personas beneficiarias de este programa hay familias con menores a cargo, personas en silla de ruedas y mayores con dificultades de movilidad, entre otras. Alonso agradeció el papel que desempeña la Asociación de Vecinos del Barrio Jesús, y al equipo de voluntarios, que realizan labores de acompañamiento, llevando a los Servicios Sociales a las personas que lo necesitan.

El convenio firmado con el Gobierno de la ciudad se ha incrementado este año de 17.000 euros, que eran los destinados para toda la margen izquierda, a 82.000 con la aportación del PICH. Este programa de rehabilitación que antes estaba destinado a personas mayores de 65 años se amplía ahora a personas en riesgo de exclusión social.