Decenas de personas se concentraron de nuevo a las puertas de la vieja factoría de Averly para reclamar que se impida la demolición de las naves para ejecutar los 200 pisos que quiere levantar en esos suelos la constructora Brial. Aprovechando la noticia de que se paralizó 'in extremis' la concesión de la licencia de derribo, exigieron a las instituciones que pongan los medios legales oportunos para evitar que desaparezcan estas construcciones. Las personas concentradas apelaron a la justicia y a todos los recursos posibles ante una intervención que ni siquiera los tribunales han querido evitar a través de las medidas cautelares. Aunque de momento no habrá obras en el edificio.