Cuarteto del alba es un "canto generacional" protagonizado por cuatro seres, "entes escénicos", según los definió el dramaturgo Carlos Gil Zamora en un encuentro con los alumnos de la Escuela Municipal de Teatro. Esos entes escénicos son un "coro de gente que ha tenido ilusiones, que ha seguido utopías para lograr cambiar el mundo" pero que han visto cómo sus expectativas quedaron sin satisfacer. La obra, llevada a escena por Laurentzi Producciones, se presentó el pasado 31 de octubre en Arbolé.

Dirigidos por Lander Iglesias, Maiken Beitia, Gotzon Sánchez, Ricardo Moya y Valery Tellechea encarnan cuatro temas básicos, "a un militante político que en casos lleva a formar parte de la lucha armada; a un expresidiario, a un dependiente de la droga y a un dependiente del amor", explicó Gil. Pero "no es una "obra de ideas sino de conceptos y emociones"; ya que habla del "deterioro de la sociedad" pero "no del pasado, sino del mañana"; "sin tesis y sin dogmas. Es teatro".

Los entes hablan de "lo que les pasó pero no se sabe por qué" y quizá, la frase que resume la obra es que "nos dijeron que éramos inmortales y cuando uno es joven se lo cree", parece que "no afectará la droga, no las anfetaminas, no el Sida...". Cuarteto del alba es un retrato de una generación pero "no hablo de mi vida", aunque personas que han visto la función "y que son 20 años mayores que yo o diez más jóvenes se han visto representados", aseguró.

Para el creador de la obra, se puede resumir en que "vivir es complicado", pero sin embargo, "hay que agarrarse a esas utopías, aunque hay que hacerlo con cuidado por lo que pueda pasar", dijo. Sin embargo, "no es una canción desesperada, sino una evocación crítica hacia el futuro, una advertencia de que esto es lo que pasó y lo que puede volver a suceder".

Carlos Gil ha visto Cuarteto del alba en varias ocasiones y aseguró que ha sido "bien acogida, aunque no es una obra fácil ni sencilla. Te crea un run run y al final te va explotando". Le han llegado dos críticas y se considera "satisfecho como autor porque veo que la han entendido": una obra "coral, de teatro más actual, más experimental pero entendible". Además, el dramaturgo mostró encantado con el montaje de Lander Iglesias porque es "su montaje", aunque puso una "objeción". Y es que la ha convertido en sketches cuando "está concebida como un todo".