La comparsa de la Mojiganga fue la gran novedad este año de la celebración del Carnaval de Zaragoza, una fiesta que quedó empañada por la lluvia. El sábado se suspendió el pasacalles organizado por Interpeñas, que debía recorrer la plaza San Miguel, Don Jaime I y la plaza del Pilar. Como alternativa, todas las actividades preparadas por la tarde se trasladaron a la carpa instalada en el parque Delicias. Allí, las comparsas pudieron lucir modelitos y reproducir las coreografías que llevaban meses ensayando.

Al día siguiente, el protagonismo se lo llevaron los niños. La gran fiesta infantil partió de la calle Alfonso hasta la plaza del Pilar, con un espectacular pasacalles en el que participaron nueve compañías de teatro y animación. Aunque el desfile estaba ambientado en los siglos XVIII y XIX, lo tradicional se mezcló con los personajes del XXI. Superhéroes, monstruos y protagonistas de películas y cuentos compartieron protagonismo con la Mojiganga, para la que el ayuntamiento había decidido recuperar dos siglos después. Y todo ello con la atenta mirada de los más pequeños disfrazados.