El nuevo Plan Integral del Casco Histórico (PICH) 2013-2020 apostará por la acción social y la creación de empleo. Estas son las bases sobre las que se asentarán las principales líneas de actuación de un plan que vivirá su tercera etapa. La partida destinada para los próximos siete años será de 120 millones de euros que se ejecutarán en dos fases.

El mapa urbano también presentará algunos cambios. El Camino del Vado, el parque Bruil y las viviendas sindicales de los alrededores y el parque de San Pablo se incluirán en los planes de revitalización. No ocurrirá lo mismo con algunas zonas del distrito Centro que quedarán excluídas del nuevo plan.

El concejal delegado del PICH y presidente de la Junta Municipal de Distrito, José Manuel Alonso, resumió en cinco bloques los objetivos principales para los próximos años. El primero de ellos está centrado en la participación y la cohesión social. En este plan se fomentará la creación de empleo y se potenciarán las acciones sociales destinadas a aquellas familias con menos recursos.

En segundo lugar habrá una partida destinada a servicios públicos y equipamientos. San Agustín o el proyecto de convertir el antiguo cuartel de Pontoneros en una residencia para estudiantes tendrán una partida particular.

Además, se trabajará en la redacción de una ordenanza propia del Casco Histórico dedicada a infraestructuras y patrimonio, y a la rehabilitación de viviendas, como el de la Imprenta Blasco. El último pilar del PICH será la revitalización del comercio y el turismo en el barrio.

Estas son las líneas básicas del nuevo PICH que José Manuel Alonso trasladó a los grupos políticos el pasado mes de enero. Ahora el Gobierno municipal deberá dar el visto bueno para que el documento sea aprobado en el pleno municipal del 28 de febrero. En la elaboración ha participado un equipo multidisciplinar de la Universidad de Zaragoza que ha trabajado junto a 60 entidades y asambleas vecinales.

ZONA AMPLIADA

Según el nuevo proyecto, el PICH excluirá la zona que va desde el edificio Pignatelli y la puerta del Carmen hasta el paseo de Independencia, la plaza de Los Sitios o el paseo Constitución. En cambio, se mantendrán las intervenciones en la parte histórica del Rabal y se añade la avenida del puente del Pilar, en el barrio de Jesús.

Alonso quiso dejar claro que esta propuesta no mermará la calidad de los servicios municipales de los que los vecinos han podido disfrutar hasta ahora. Explicó que la coyuntura actual exige "priorizar líneas estratégicas y políticas integrales en aquellos barrios que más lo necesitan". También indicó que la delimitación "a las zonas del Casco, el Gancho, el Rabal o el Camino del Vado responden a unos parámetros urbanísticos y sociológicos que señalan la necesidad de intervenir en ellos con políticas integrales".

El criterio seguido por la Oficina del PICH para delimitar las áreas se guía por datos socieconómicos obtenidos de los centros municipales de servicios sociales y por características urbanísticas, como la trama, la escena urbana o la habitabilidad de las viviendas, entre otras cuestiones. "En el primer PICH se incluyó el distrito Centro porque existía la necesidad de mejoras en Independencia y plaza de Los Sitios", recordó Alonso. Sin embargo, tras dichas invervenciones, para las que se dedicó financiación procedente de programas europeos a través de los proyectos Urban o los fondos Feader, "la antigua delimitación ya cumplió con su objetivo y hoy son unas de las zonas más revitalizadas de la ciudad".

Frente a los nuevos escenarios que se incluyen en el PICH, Alonso afirmó que quedaban zonas del Casco Histórico con "necesidades reales de intervención comunitaria, mejora de equipamientos e infraestructura o mejora urbanística que hoy necesitan líneas estratégicas y políticas integrales para, en los próximos años, lograr su desarrollo y mejora".

El nuevo plan integral tiene un carácter "continuista", según explicó el concejal.

REQUISITO DE INTERVENCIÓN

Para acometer una intervención multidisciplinar como el PICH, los requisitos son cinco: degradación urbana y predominio de las infraviviendas, un alto porcentaje de población inmigrante (el 25,53% en el Casco Histórico frente al 10,54% del Centro), vecinos en situación de exclusión social que dependan de las ayudas --en el 2013, casi el 60% de los de residentes en el barrio de San Pablo acudieron a los servicios sociales--, continuidad territorial y vulnerabilidad subjetiva, considerada esta según los expertos como un estado psicosocial que afecta a la percepción que los ciudadanos tienen del territorio en el que viven.

Alonso detalló que a 29 de noviembre del 2013, el presupuesto de más de tres millones de euros asignados para el 2013 se había empleado el 85%, lo que refleja un buen nivel de ejecución" y el buen funcionamiento de este programa. La partida económica destinada para el primer PICH (1997-2004) fue de 120 millones de euros, frente a los 195 millones del segundo (2005-2012) y los 120 millones de euros del nuevo plan cuyo horizonte se ha fijado hasta el año 2020.