Unas 30 personas pasearon en bici por el paisaje agrícola de Juslibol, Alfocea y Monzalbarba. Durante la jornada organizada por la Plataforma por la Huerta Zaragozana, agricultores y vecinos de los tres barrios les explicaron la historia de esta zona. Los suelos aluviales fértiles, fruto del aporte de sedimentos del Ebro en sus inundaciones, y la existencia de agua a través de la red de acequias hicieron posible que en este territorio la agricultura fuera la principal actividad económica y social durante muchos años.