Las asociaciones vecinales Zaragoza Antigua, Conde de Aranda, Vía Romana y comerciantes San Pablo-Sector Mercado han iniciado la recogida de firmas para mostrar su rechazo a que se construya la segunda línea del tranvía por Conde Aranda para conectar el Coso con Delicias. Días después, el 28 de febrero, el pleno municipal rechazaba la moción presentada por IU que promovía que el trazado fuera por esta calle, tal y como se recoge en el primer borrador del proyecto.

Los colectivos firmantes rechazan "dejar solo Conde Aranda para el tranvía, privando a los vecinos y los comerciantes de su uso". Insisten en que si se cierra el tráfico de vehículos "cambiará el hábito de los que acuden a comprar, como ha ocurrido en Fernando el Católico y Gran Vía, y en César Augusto". Para estas asociaciones una calle sin comercio es una "calle muerta", que conllevará "el cierre de establecimientos, problemas de abastecimiento y no podrán pasar vehículos públicos como taxis o los autobuses que llevan al 30% de los alumnos de Escolapios", señala Marisa Verde, presidenta de Zaragoza Antigua.

Durante la recogida de firmas se han sumado --reconoce Verde-- "taxistas, el colegio Escuelas Pías, que cuenta con 930 niños de Primaria y ESO y 325 de Bachiller, y los padres que utilizan sus vehículos". Además, cuentan con el apoyo de Ecos, Cepyme y la Unión Vecinal Cesaraugusta.

Con el "fin de que no nos cierren el barrio", la alternativa para estas entidades es que el paso de la línea 2 sea por "el paseo Pamplona y María Agustín hasta el Portillo y la avenida de Navarra", apunta María Luisa Santafé, presidenta de la AVV Conde Aranda, quien adelanta el motivo que supondría la alta rentabilidad del servicio, "con el desplazamiento de personas al centro de especialidades Ramón y Cajal, Gobierno de Aragón o Caixa Fórum". Algunos establecimientos ya han colocado carteles donde muestran su rechazo al paso del tranvía por Conde Aranda.

Por su parte, el coordinador de IU en Zaragoza, Raúl Ariza, anunció que las asambleas del partido se reunirán para abrir una campaña en los distritos con el fin de debatir por dónde debe ir la línea 2. "A través de un proceso participativo recogeremos las opiniones y sugerencias que nos vayan trasladando. Luego serán los técnicos quienes analicen los pros y contras de llevar el tranvía por un sitio u otro. Y así cuando salga a concurso público ver qué alternativas hay y cuál es la viabilidad, el coste económico o las afecciones al tráfico. A partir de ahí fijaremos nuestra posición como IU", manifestó.