La segunda fase de la reforma del entorno de las Murallas Romanas y San Juan de los Panetes, derivada de la construcción de la Línea 1 del Tranvía de Zaragoza, ya se encuentra en marcha. Con el cambio de imagen se primará el acceso a la plaza del Pilar, así como la preferencia del peatón sobre el tráfico rodado y la puesta en valor del patrimonio histórico y artístico de esta zona situada en el corazón de la ciudad.

La remodelación llega tras la supresión de los cuatro arcos ubicados frente a la fachada principal del Mercado Central, la reubicación de la estatua de César Augusto, el nuevo emplazamiento de la rana y el solado de la superficie a ras de suelo, evitando barreras arquitectónicas. En cuanto a la iglesia de San Juan de los Panetes, tras la autorización del Departamento de Patrimonio del Gobierno de Aragón, se renovará la escalinata, ampliando sus dimensiones de lado a lado del templo, con piedra de la Puebla de Alfindén, reafirmando un amplio graderío orientado al norte. El resultado será una escalera en forma de abanico, ya sin muros laterales, más abierta ligeramente del lado oeste, hacia las Murallas Romanas.

De este modo, la ciudad recuperará en el conjunto del ámbito de actuación en las Murallas Romanas y San Juan de los Panetes 4.188 metros cuadrados, con 3.220 de superficie peatonal. Con la intervención se gana la comodidad del solado sin desniveles, que invitará a pasear, descansar e interactuar con las ofertas de la zona --Mercado Central, hoteles, área comercial, información turística del Torreón de la Zuda o promixidad a sedes importantes como la de la ONCE-- y también ir a recorrer el espacio de la plaza del Pilar, como un tránsito "natural, coordinado y ordenado", afirman desde Los Tranvías de Zaragoza.

SIN CORTES DE TRÁFICO

De forma paralela a los trabajos, una de las principales prioridades es asegurar sin problemas el tráfico rodado para lo que se dejan cuatro metros y medio de calzada. Por este motivo, esta invertención no va a obligar a cortar ningún vial ni a modificar el sentido de la circulación.

El espacio de actuación, cuya finalización por parte de Los Tranvías de Zaragoza está prevista en el segundo semestre del año y tiene un presupuesto de alrededor de 371.000 euros, permitirá renovar su iluminación y contendrá un recuerdo por las víctimas del atentado de la banda terrorista ETA en este lugar el 30 de enero de 1987. En la concepción de los trabajos se ha contado con un proceso de participación ciudadana mediante una consulta con 2.700 aportaciones realizadas a través de la web del ayuntamiento de la capital aragonesa y la opinión del Colegio de Arquitectos y del Colegio de Ingenieros.