El servicio de inspección de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza sigue en su empeño por que los edificios del Casco Histórico de la ciudad ofrezcan unas mínimas condiciones de seguridad y salubridad. Después de resultar infructuosos sus intentos por comunicarse con los propietarios, el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza publicó el pasado 31 de octubre varios requerimientos para que se acometan diversas actuaciones en inmuebles de las calles San Pablo, Boggiero y Zamoray. Si sus propietarios no atienden a estas comunicaciones, se exponen a recibir sucesivas multas coercitivas o incluso a ver cómo expropian sus propiedades.

Para el inmueble situado en la calle Boggiero, número 80, Urbanismo dicta como medida urgente realizar la revisión y consolidación del muro que delimita la finca colindante con la calle Cerezo, 31. En el número 102 de la calle San Pablo, ordena el desalojo inmediato de las personas que ocupan ilegalmente la propiedad, y que se proceda al tapiado de los accesos y garanticen unas mínimas condiciones de seguridad. Por último, en el número 17 duplicado de Zamoray, el consistorio concede un plazo de tres meses para limpiar la basura que se ha ido acumulando en la planta baja, se desaloje a los moradores del inmueble y se tapien los accesos. El presupuesto supera los 3.000 euros.