Antonio Lorenzo Burillo, el arquitecto del Jardín de la Memoria de San José, falleció el pasado 14 de abril, a los 63 años, tras una larga enfermedad. Natural de Botorrita, fue un arquitecto comprometido con el movimiento vecinal y el urbanismo, hasta tal punto que fue un fiel colaborador de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ).

Ejemplo de esa colaboración fue el barrio de San José, en cuya asociación se integró a finales de los 70 como asesor de urbanismo. Los vecinos reclamaban zonas verdes y equipamientos en los terrenos de la Granja y de la fábrica de Pina. En estos últimos, bajo la dirección de Lorenzo, se levantó el Jardín de la Memoria, recogiendo el sentir de los vecinos, que aportaron ideas y hasta el nombre del parque.

Se inauguró el 19 de marzo de 1992, con una fiesta popular a la que acudieron unas 10.000 personas. Mantiene las históricas terrazas del barrio y a dos rincones se les puso el nombre de El huerto del Abuelo y de plaza de José Martí.

La experiencia de 10 años de lucha, símbolo del movimiento vecinal zaragozano, mereció la portada y 14 páginas de la revista italiana de arquitectura Spazio e Societá. Fue funcionario del MOPU y cuando este se transfirió pasó al Instituto Aragonés de la Vivienda.