La Carrera Ibercaja por la Integración es la popular de las populares. Nació a finales de años 60 cuando la pista y el cross eran los reyes del atletismo. Ganar esta carrera era un gran prestigio como prueban los triunfos de Luisa Larraga, Monse Abelló o Abel Antón. Hace década y media perdió su carácter competitivo cuando entró como colaborador la Fundación Disminuídos Físicos de Aragón.

Han pasado muchos años desde el nacimiento de esta acertada iniciativa de la entidad financiera y desde entonces han crecido carreras de larga distancia de todos los pelajes. Hay solidarias por doquier, medias maratones, maratones, pruebas festivas y para niños, carreras de la mujer, los 10K... Pero la de Ibercaja es la más popular entre las populares de todo Aragón.

Este año para evitar los tapones, la dirección técnica de la Federación Aragonesa (FAA) recomendó a los corredores de élite que fueran con el freno echado. El año pasado se formó un embudo enorme cuando los primeros se cruzaron con los últimos a la altura de León XIII con Constitución. Aún recuerda el público como Eliseo y Abadía estuvieron a punto de tragarse a la cola del caótico pelotón.

Este año la FAA se cubrió las espaldas y todo estuvo bajo control. La cabeza de carrera estuvo formada por la cuadrilla entrenada por José Luis Mareca. Fueron juntos en unión Toni Abadía junto a Pablo Arrúe, Carlos Mayo, Jaime Escriche y uno nuevo en el grupo: Mikel García Escocia. Por detrás iba descolgado Eliseo Martín. "Estoy preparando el Nacional de maratón y ayer hice 30 kilómetros. Estaba cansado y además arrastro una gripe desde hace dos semanas y media", explicó.

Al final el quinteto de Mareca llegó de la mano a la meta, llevándose el triunfo Pablo Arrúe. Eliseo Martín entró de la mano de Alba y Adrián, sus hijos, mientras aplaudía complacida Mari Carmen, la mujer del olímpico. "Han hecho toda la recta conmigo y se lo han pasado pipa", indicó el atleta del Hinaco Monzón.

La carrera femenina fue bien distinta. La promesa Cristina Espejo se enfrentó a dos campeonas de España absolutas: Isabel Macías y Élian Périz. Macías y Espejo fueron juntas durante cuatro de los cinco kilómetros de la prueba. Pero a falta de menos de un kilómetro para la meta, por el túnel de Cesáreo Alierta, Espejo vio muestras de debilidad en su rival. No se lo pensó dos veces y dejó con facilidad a la atleta olímpica para llevarse la victoria.