La lluvia deslució este año las carreras organizadas dentro del II Reto 3K Nocturno. Subida a la Cuesta de Morón, una cita deportiva que volvió a tener el tramo de la avenida de San José, entre las calles María Moliner y Lapuyade, como escenario. A pesar del descenso del número de participantes, se pudieron presenciar vistosas carreras en "uno de los circuitos urbanos más bonitos que se pueden ver en Zaragoza", comentó Felipe Carnicer, responsable de Zaragoza Atletismo, club organizador del evento junto con la AVV San José.

Los participantes tuvieron que completar diferentes distancias en función de las edades y la metereología, dentro de un circuito de 600 metros de longitud. Más de 60 corredores tomaron la salida, desde categoría aguiluchos hasta absolutos, pasando por benjamines, alevines e infantiles. Al finalizar cada prueba, los tres primeros recibieron trofeo y del 4° al 10° clasificado medalla, mientras que los aguiluchos se llevaron su medalla.

El evento tuvo un fin solidario. Cada atleta destinó un euro para ayudar a los afectados de ictus, mediante la Fundación Alberto Contador. También se llevó a cabo una campaña de recogida de material deportivo para apoyar al proyecto Deporte para el desarrollo de los niños discapacitados de Camerún por medio de la asociación Sawa O Pagnya.