Se había comprometido de palabra en numerosas ocasiones, pero la apuesta efectiva por el mantenimiento del servicio de educación de calle en Zaragoza no llegaba. Hasta principios de octubre, cuando el ayuntamiento de Zaragoza sacó a concurso este servicio, que llevaba cuatro años prorrogado. Su licitación era un compromiso con IU, que ha reivindicado en numerosas ocasiones su continuidad.

Finalmente y tras despejar las dudas que planteaba la reforma local y de quién eran las competencias en materia de acción social, desde el área se ha decidido dar luz verde al nuevo contrato. Pocas novedades tendrá una vez que se adjudique, pero sí se ha decidido ampliar el horario en el que los educadores prestaban servicio, de modo que actúen también durante los sábados por la tarde.

El programa de educación de calle es un modelo de enseñanza al aire libre, dirigido a niños y adolescentes en riesgo, en el que la principal herramienta es el papel del educador como referencia, de modo que este pueda modificar situaciones personales y sociales a través de estrategias de aprendizaje. El contrato salió a concurso por un global 695.439 euros y está dividido en nueve lotes, que se corresponden con los distintos barrios --Delicias, Las Fuentes, Torrero, Actur, El Rabal, San Pablo, Oliver y Miralbueno y Valdefierro y Casablanca y San José--, de modo que la empresas que liciten pueden hacerlo en solo un barrio o en varios.

El objetivo del programa son los menores de 8 a 17 años que están en situación de riesgo o conflicto social y que tienen como medio de referencia la calle. Los educadores deben ser diplomados universitarios en alguna de los estudios relacionados con las ciencias sociales y tienen que elaborar un proyecto educativo anual, itinerarios personalizados y proyectos de intervención individual y grupal, procesos de mediación y acompañamiento y recogida de información sobre conductas, motivaciones e intereses de menores.