A través de una mirada menos irónica y narrativa, pero más incisiva y por momentos ensayística, Víctor Parkas expone en Game Boy (Caballo de Troya) un discurso similar al de Repila en El aliado, pero su propuesta va más allá y se revela contra el feminismo de postal que algunos varones modernos han adoptado como quien se saca el carnet del gimnasio. «Hay una nueva masculinidad que apoya el 8-M como el blanco que viaja a África a hacerse fotos con niños en brazos. Ningún hombre que se haya subido al carro del nuevo feminismo está prestigiado por ese gesto. Lo verdaderamente novedoso sería desaparecer como masculinos», sentencia.

En los capítulos de su libro, que funcionan como disparos de francotirador, Parkas coloca espejos desconcertantes en el interior de relaciones íntimas. Como en Línea chunga, donde repara en la asimetría que se produce en las rupturas. «Ella pone fin a la relación y él no se entera. Solemos fijarnos en él, que parece ser el que sufre, ¿verdad? ¿Pero qué pasa con ella? ¿Hasta dónde dura el consentimiento? Esa asincronía es una fuente de violencia», observa el autor. En Codeisan se pregunta por el vicio contemporáneo de hurgar en los perfiles digitales de los y las ex. «¿Qué sacamos de ahí? ¿Confirmarnos? ¿Compadecernos? ¡Pero lo hacemos todos!», reconoce. Son tics amorosos muy de nuestros días, pero Parkas advierte: «Mis abuelos no llevaban piercings, pero no creo que sus discusiones domésticas de pareja disten mucho de las que mantenemos nosotros ahora».

'GAME BOY'

CABALLO DE TROYA

176 PÁGINAS

14,15 EUROS