Hace mucho tiempo que Antonio Postigo convive con el dolor. No es cuestión de desvelar aquí y ahora asuntos personales de nadie, y menos de uno de los nuestros, pero tampoco está de más que quede reflejado el escenario, la atmósfera, la burbuja de sufrimiento en la que vive este dibujante, humorista gráfico e ilustrador, este artista que desde 1992 firma la tira diaria, dibujos, caricaturas y otras ilustraciones en este diario. Tiene la espalda hecha trizas, lo que le impide disfrutar de la calidad de vida que se le supone a alguien que saca punta a su talento de la forma que él lo hace. Parece que su espinazo sintiera envidia de su alma, rota en mil pedazos una madrugada de junio de hace ya tres años, cuando el cáncer terminó por ganarle la batalla a María Antonia, su esposa.

Pues bien, sea porque la única manera de combatir el dolor (en este caso múltiple), o al menos de olvidarlo a ratos, pasa por agarrarse a los lápices y rotuladores como si no existiera nada más, sea porque un genio lo es todos y cada uno de los minutos del día en todas las condiciones y circunstancias, la cuestión es que de la mesa de Antonio siguen saliendo cada día pequeñas obras de arte, salvo cuando se toma unas pequeñas vacaciones, como es obvio.

Y precisamente ha sido en uno de esos periodos de descanso cuando ha llegado a las librerías unas de sus últimas joyas. En este caso, compartida con Chaime Marcuello Servós. Se trata de Prontuario para bregar vientos (editado por Olifante Ibérico), o lo que el propio Antonio define como «un libro al revés». Y así lo razona: «Es un trabajo conjunto en el que Chaime pone texto a dibujos míos ya publicados con anterioridad, concretamente entre 2014 y 2017. En su momento, fueron ilustraciones que yo hice para artículos de opinión de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Dibujos que acompañaban textos de distintos autores, multitud de autores. Ahora, lo que hemos hecho es recuperarlos para que sean textos de nueva creación los que ilustren los dibujos. De ahí lo del libro al revés».

Mucha producción

Antonio explica que es una manera de darle «una segunda oportunidad» a sus trabajos. «La prensa de papel es muy efímera. Detrás de estas ilustraciones hay mucha producción: tener la idea, plasmarla, elaborarla, retocarla... para que después todo se esfume rápidamente. Por eso hablo de una segunda oportunidad. De volver a sacar a la luz dibujos para que cobren una nueva vida, en este caso en un libro».

La idea viene de muy atrás, pero su punto culminante ha llegado gracias al cruce de caminos de Antonio y Chaime, profesor de Trabajo Social en la Universidad de Zaragoza. «Cuando se lo propuse le encantó el proyecto y desde luego no será por dibujos, porque tengo guardados miles». Postigo seleccionó para el libro 77 imágenes que bien podrían haber sido otras 77 distintas o 777, de ahí que no es difícil imaginar la llegada de nuevos Prontuarios en el futuro. De momento, este primero será presentado en septiembre.

Todos los dibujos del libro están firmados por Gregorio Gómez (Gregor) o Edward Hyde (Hyde), dos de los pseudónimos de Antonio Postigo (Zaragoza, 1958). Todavía utiliza un tercero: Van Hamme. Pero los tres responden al mismo genio. Y a los tres les duele la espalda cada instante del día por mucho que no lo parezca.