EL REY RECIBE. Eduardo Mendoza. Seix Barral. 20,50 euros. La última novela de Mendoza, que no ha perdido un ápice su punch frente al lector, vuelve su mirada a los 60 y 70, para relatar unos años fundamentales de nuestra historia reciente a través de las vicisitudes de un aspirante a escritor, Rufo Batalla, en el que es fácil ver una especie de alter ego del autor. Es también la primera parte de una trilogía.

LOS ASQUEROSOS. Santiago Lorenzo. Blackie Books. 21 euros. La literatura de Santiago Lorenzo parece heredera directa de alguno de los mejores humoristas españoles, con Azcona a la cabeza. Pese a no hacer vida literaria, su fama ha ido creciendo de obra en obra -lo que tiene su mérito-. En su cuarta novela, tan buena como las anteriores, Lorenzo inventa a un lenguaje vivísimo y un personaje que tras tener un mal encuentro con un poli, se recluye en un pueblo abandonado de la España profunda.

CARA DE PAN. Sara Mesa. Anagrama. 16,90 euros. Sara Mesa es una de las mejores escritoras españolas sin discusión. La suya es una mirada compleja y nada complaciente a temas, como las relaciones humanas, que impactan en la línea de flotación de lo aceptable. Aquí, Mesa utiliza el antiguo tema del viejo y la niña en una fábula que mezcla el mito de Frankestein con la Lolita de Nabokov. La incomodidad que a buen seguro despierta en el lector está sabiamente dosificada por la elegancia en la exposición.

KENTUKIS. Samanta Schweblin. Random House. 17,90 euros. La argentina Samanta Schweblin inventa un curioso gadget, una especie de peluche en forma de animalito con cámara incorporada, que hace que dos personas en dos puntos distantes del mundo queden vinculadas entre sí, una como voyeur y la otra como objeto de las miradas del otro. El invento, entre el Furby y el tamagochi pero con más enjudia en su significado, es perfecto para hablar de la incomunicación humana.

AHORA ME RINDO Y ESO ES TODO. Álvaro Enrigue. 20,90 euros. Un wéstern contado desde la perspectiva mexicana, en el paisaje fronterizo con Estados Unidos en el que las voces de personajes del pasado y del presente se superponen para contar una historia mítica que retumba en un presente marcado por los migrantes y el muro de Trump. Gerónimo, cuya lengua materna fue el castellano, es el gran héroe de esta historia a la vez épica y triste.

LECTURA FÁCIL. Cristina Morales, Anagrama. 19,90 euros. Antes de ganar el Premio Herralde con esta novela, Cristina Morales ya destacaba como una de las narradoras jóvenes que más alegrías nos podían dar gracias a tres novelas impactantes y extraordinariamente bien escritas. La granadina sigue aquí a cuatro mujeres compañeras de piso en la Barcelona actual, que es donde se ha radicado la autora. A estos personajes se les ha diagnosticado oficialmente una ‘discapacidad intelectual’ pero a Morales ese punto de partida le sirve para mostrar la realidad sin filtros ni contratos sociales.