Junto con abogados, periodistas, policías y médicos, la de profesor es, como muestra el libro Educar de cine, una de las profesiones que más se repite en la gran pantalla: desde Rebelión en las aulas hasta El club de los poetas muertos o La lengua de las mariposas.

Cuando el escritor aragonés Javier Lafuente (Jaca, 1962) vio casualmente cuatro películas seguidas protagonizadas por docentes- Cielo de octubre, Half Nelson, Los días del pasado y Tierras de penumbra se propuso la ardua tarea de recopilar en un libro las más importantes, desde el cine mudo hasta hoy.

Centenares de horas frente a la pantalla y unos mil títulos dieron como resultado Educar de cine (Doce Robles), un manual donde el periodista -colaborador de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN- y editor no solo propone un libro de géneros cinematográficos, sino también «de sensaciones y de sentimientos que ocurren en la vida diaria de estos docentes». Como explica en una entrevista con motivo de la presentación de su libro que tuvo lugar ayer en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, los profesores se adaptan perfectamente a cualquier tipo de género; desde las aventuras de Indiana Jones al humor de Plumas de caballo, donde Groucho Marx encarnaba a un rector de universidad.

Las penurias de la profesión se han visto muy a menudo reflejadas en el género dramático con cintas destacadas como La versión Browning (1951), una de las favoritas del escritor, que narra el fracaso de su protagonista, quien cuando está a punto de retirarse «se da cuenta de que no ha triunfado ni como profesor ni como hombre en la vida».

De hecho, este género da lugar a dos personajes prototípicos: el maestro entusiasmado que llega al mundo rural y que encuentra una escuela casi abandonada con alumnos que deben dedicarse a las tareas del campo o el instructor destinado a un instituto con conflictividad, donde «tiene que poner orden, armonía y conciliar».

Muchas veces, a estos docentes se les acaba presentando como héroes o heroínas, explica el autor, quien comienza su libro con aquellos «profesores imprescindibles que dejan una huella en el alumnado». ¿Cómo olvidar, por ejemplo, a John Keating (Robin Williams) en El club de los poetas muertos (1989) o a don Gregorio (Fernando Fernán Gómez) en La lengua de las mariposas (1999). Aunque también los hay «mediocres, malvados, crueles, violentos, vagos o inútiles», perfiles reflejados en un nuevo capítulodel libro, el titulado Cuando enseñar es torturar.

El protagonismo de la profesión en la gran pantalla se debe, como indica el propio autorde este ensayo, a que los guionistas y los novelistas escriben sobre lo que conocen; y la vida está marcada desde que somos niños hasta la etapa universitaria por una serie de personas, entre ellos, los profesores.

TAMBIÉN DE TERROR

Hasta al terror se adaptan estos maestros, con grandes papeles en filmes como El pueblo de los malditos (1960), Carrie (1976), La soga (1943), Lo que la verdad esconde (2000) o Tesis (1996). Y en este libro que recoge películas de todos los continentes, también hay lugar para los títulos más emblemáticos del cine español como Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba; Katmandú, un espejo en el cielo, de Icíar Bollaín, o Volver a empezar, de José Luis Garci.

Lafuente dedica además en su libro un capítulo al sexo, puesto que, sobre todo a partir de los años 80, «las películas se vuelcan en las relaciones entre profesores y profesores y alumnos».

Educar de cine es un libro destinado a todos los públicos, pero en especial a profesores cinéfilos y alumnos, que pueden verse identificados en más de una escena puesto que, como subraya el escritor, «el cine es un reflejo de la vida».