La agenda setting de los medios está inundada de “valores noticia” centrados en aspectos negativos. Parece que el espectáculo prevalece sobre lo importante, que lo conflictivo y lo morboso pueden a lo notorio y lo relevante. Todo es más factible de convertirse en primera plana o ser noticia de entrada de un informativo cuando el componente de alevosía o premeditación están contenidos. Y es que el circo mediático cada vez está más representado por las informaciones de sucesos. La hipérbole de los escándalos políticos se ha puesto de moda entre los perros guardianes. Cuando observas desde el sofá, con ojos de ciudadana de a pie, el magma noticioso diario, te asalta la gran duda de si el ser humano ha perdido el norte o es que no existen otras informaciones que sean positivas con las que cubrir espacios y tiempos. Precisamente, cuando se cuela alguna noticia con tinte optimista nos llama tanto la atención que el ágora ciudadana se entreteje de mensajes, porque no dejemos de lado que lo que proyectan los medios trasciende por la ciudadanía a las redes sociales y se multiplica de manera exponencial.

En los últimos días, hemos asistido a dos noticias que me gustaría rescatar y destacar por tratarse de hechos sobresalientes desde el punto de vista del interés social. Una de ellas compete al ámbito de la cultura, el hecho de que la Academia de Cine premiara como mejor cinta a Campeones, sin duda, es un ejemplo de galardonar la recuperación de los valores trascendentales. En este caso, los Goya se han vestido de Champions al comprometerse con la justicia social. En palabras del mejor actor revelación de la edición del 2019 por este filme: “Nos dais visibilidad, diversidad e inclusión; no sabéis lo que hacéis”. De manera más que merecida, este alegato a la integración, sirve para poner voz a quienes durante mucho tiempo han pasado desapercibidos. El excelente discurso de Jesús Vidal convirtió el auditorio en un torrente de aplausos y las redes sociales en un fenómeno viral. Y es que estos actores naturales y auténticos han conseguido despertar la “lógica del corazón”, como afirma su Director, Javier Fesser. Una lógica que la audiencia social ha sabido reconocer, como necesaria reivindicación del compromiso con la igualdad y que los medios de comunicación no han dejado atrás, al dotarle el tiempo requerido en sus diferentes espacios informativos. Una noticia, sin duda, positiva que nos recuerda a otra de tintes solidarios, el rescate de Julen, donde también el detonante informativo vino dado por los valores humanos que apuntalaron cada uno de los metros de distancia en la conexión para llegar hasta el pequeño. Así, llegamos al rescate de la esencia del ser humano: la bondad, la sensibilidad y la empatía, virtudes que también pueden convertirse en noticia.

Tenemos ejemplos de campeones y héroes, que ya forman parte de nuestra historia. Han ocupado páginas de grandes diarios internacionales, han abierto informativos y han cubierto lo más importante: la esperanza de que al ser humano le interesa recuperar los valores fundamentales, el sentido del hombre, el humanismo, que tan perdido parece que estaba. Esta esencia hace también que tomemos conciencia de la importancia del equipo, con letras mayúsculas, en la ficción fílmica del baloncesto, entre “Amigos” o en la realidad natural de la lucha de la Brigada minera de Asturias por la salvación.

Asumamos que la recuperación de valores es todo un aliciente, al menos en lo que a los informativos se refiere y más teniendo en cuenta que ya nos estábamos acostumbrando al polo negativo de la información.