Reclamado productor (Rosalía, Rocío Márquez, Silvia Pérez Cruz, Niño de Elche y Kiko Veneno, entre otros, han contado con su talento), el guitarrista Raül Refree desarrolla también carrera tocando con artistas como Lee Ranaldo y grabando y actuando en solitario o lo que es lo mismo: experimentando con diferentes materiales de la música popular en una búsqueda en la importan menos las taxonomías que los resultados, más la ruptura de límites que la ortodoxia.

El sábado, Raül estuvo en el ciclo De la raíz, donde compartió escenario en el Centro Cívico Delicias, que no repertorio, con el grupo zaragozano El Galgo Rebelde. Vino con algunas canciones antiguas como Un buen tío,incluida en su álbum Matilda (2010) y piezas más recientes, recogidas en el disco La otra mitad, entre ellas las compuestas para la banda sonora de Entre dos aguas, la película dirigida por el cineasta catalán Isaki Lacuesta.

Un cosmos sonoro en el que Refree trastea a su manera desde las influencias de grupos americanos de rock como Sonic Younth hasta unos parámetros que indagan en la periferia flamenca. De ahí que suenen muestras de voces de Niño de Elche, Rocío Márquez y Bolita.

Refree es un alquimista que sabe que no existe la piedra filosofal, pero sí es plenamente consciente de que puede lograr una pócima que aúne fiesta y drama, vanguardia y raíz, melodía y distorsión. Las guitarras de Refree, como decíamos, son armas cargadas de presente, y él es un francotirador lúcido en plena batalla de ortodoxias, apropiacionismos y tonterías varias.

PIEL CURTIDA

El cantante y guitarrista Jesús López, artífice del grupo El Galgo (antes El Galgo Rebelde), tiene la piel curtida de quien ha visitado los sótanos del infierno, y la mirada limpia de quien ha transitado igualmente por espacios más amables y abiertos. Militó en Club Eléctrico y Malamente, y compuso canciones que exprimían la poética del alma y de los callejones. El sábado, en Delicias, bien acompañado por los músicos que, como él explicó, forman las patas de El Galgo (Irene Guillén, voz y guitarra; Quique Mavilla, bajo; Nano Albero, batería; Pedro Rubio, guitarra, y Óscar Carreras, teclados), ofreció canciones nuevas y recuperó piezas de sus formaciones anteriores: El galgo rebelde, Piel morena, Sótanos del cielo... Nos animó a ser felices pese a las incertidumbres que acechan a la vuelta de la esquina, dio una vuelta por el sur, se tendió al sol de medio día y contó una de piratas. Brillante y oblicuo cronista del claroscuro, Jesús López es también un francotirador al que siempre encontraremos fuera de la calle principal.