“… Y seguiré la lucha en subjuntivo como si pudiera o pudiese”. Es el verso que cada noche proyecta una farola en la Plaza del Justicia de Zaragoza, junto al banco de Nubepensador, un original memorial dedicado en recuerdo de Emilio Gastón (1935-2018), poeta, escultor, abogado y Justicia de Aragón. Me gusta nubepensar que ese banco tiene superpoderes y que todas las personas que alguna vez nos paremos a descansar en él nos levantaremos con una dosis extra de inspiración y creatividad. Creo que el mundo merece estar lleno de nubepensadores dispuestos a la acción, al optimismo, a creer que podemos ser mejores y más solidarios.

Me apunto a las muchas ventajas que sugiere una palabra tan cautivadora como nubepensador, que Emilio Gastón creó con su genialidad combativa en un poema que era toda una experiencia oírle recitar. “Hoy ipsofactamente continuemos nuestra simple faena de vivir…” Así se inicia este poema en el que un verso dice “los nubepensadores no tienen sindicato” y finalmente termina así: “…Tenemos que hacer juntos muchas cosas soñadores del mundo ¿nos unimos?”

En la era de la nube digital, me parece todo un lujo que Zaragoza tenga un banco para nubepensar a la luz de un verso. Invita a imaginar que nubepensar está al alcance de nuestra mano, que es diverso y accesible para todos, que no caben nubarrones en los nubepensamientos, que tienen forma de ideas bonitas, buenas y libres en cielos despejados.

A Mary Carmen Gascón, compañera de vida de Emilio Gastón, le debemos que este banco exista a partes iguales por amor y por admiración sincera de muchas personas. Y en un artículo en Andalán.es explica que “es un banco en el que todos estamos invitados a sentarnos para reordenar mundos y conciencias”.

Creo que la nueva generación que se moviliza para salvar el planeta es nubepensadora. Estoy convencida de que el feminismo es una marea imparable de hombres y mujeres nubepensadoras que no van a dar un paso atrás. Me gusta nubepensar que un mundo sin barreras mentales ni sociales es posible, y sueño con que no haya crisis que no se pueda frenar con una buena gestión de nubepensamientos. Y pienso que a los políticos que nos han llevado a las cuartas elecciones generales en cuatro años hay que sentarlos en el banco de nubepensar.