Las familias asistimos al comienzo de un nuevo curso escolar con la expectación de la puesta en marcha de los bancos de libros, que han supuesto un gran esfuerzo y trabajo para la comunidad educativa y que desde nuestro colectivo deseamos que pronto se extienda a todas las etapas sin ningún coste para las familias, convirtiéndose así en una gratuidad real. También hay expectación entre las familias que estrenan centro educativo, una ilusión que se transforma en esperanza para aquellas que todavía sufren los problemas de falta de infraestructuras y donde se esperan reformas muy necesarias por antigüedad.

El inicio también es positivo en los colegios en los que se pone en marcha el programa de bilingüismo BRIT Aragón y la escolarización a los 2 años, con el deseo de que estos programas pronto sean una realidad en todos los centros públicos. Sentimos satisfacción por que se mantengan abiertas 41 escuelas con menos de 7 alumnos y esperamos que la enseñanza rural cuente con los programas, medios y servicios necesarios para que sea un importante motor que ataje la despoblación de nuestro territorio. Nos alegramos porque por fin los centros puedan reducir el tiempo que en la escuela se dedica a Religión, aunque esperamos que algún día esta enseñanza definitivamente de la escuela y se impartan en el ámbito privado.

En definitiva, que empezamos el curso con la ilusión de estos y otros muchos avances que se han ido gestando en los últimos años, pero con la mirada puesta en el mucho trabajo que queda por hacer para seguir mejorando la educación. El inicio llega después de unas elecciones con nuevos equipos en las Administraciones y a ellos les pedimos que continuemos entre todos mejorando la escuela de calidad, gratuita, laica, participativa, inclusiva, universal, multicultural, integradora, cercana, coeducadora, creativa, solidaria, democrática. Esa que siempre está al alcance de todas y todos en igualdad: nuestra escuela pública. H * Presidente de FAPAR