El domingo 20 de enero es una fecha marcada en rojo para David Robles Tapia. El reconocido bombero zaragozano de 44 años, que compagina sus labores en el cuerpo del Ayuntamiento de Zaragoza con las carreras verticales, va a intentar entrar en el libro Guinness de los récords. Su desafío consiste en subir ininterrumpidamente el mayor número de escalones dentro de un edificio en una hora. Para ello, deberá romper la marca de 1.102 metros en posesión del toledano Cristian López. «La diferente inclinación de las escaleras dependiendo de cada edificio obliga a que solamente se contabilicen los metros de desnivel acumulados», aclara Robles sobre el reto.

El aragonés conoce a la perfección los 66 metros, 18 plantas y 362 escalones de la torre este del World Trade Center de Zaragoza, escenario elegido para batir el récord. Robles declara que este dessafío es un «homenaje a sí mismo en el lugar que entrena desde hace 8 años». Sin embargo, esta motivación tiene un hándicap añadido que podría ser clave en la realización de la prueba. Los 45 segundos en ascensor que separan el último piso con el primero juegan claramente en su contra. «Ese descanso dentro del ascensor es muy importante para la recuperación e hidratación y poder afrontar la subida nuevamente al máximo», afirma el bombero. A pesar de tener que ascender 17 veces - como mínimo para conseguir su objetivo- las 18 plantas del edificio, Robles tira de tópicos para quitarse la presión: «Los récords están para batirse. Hay una hora para esforzarme al máximo y así poder grabar mi nombre en el libro». Su entrenadora, Beatriz Arias, le prepara unos entrenamientos estrictos. Robles solamente goza de un día libre a la semana, tres de ellos los dedica específicamente al trabajo en escaleras mientras que el resto compagina gimnasio con trabajo de cardio. Los últimos días antes del evento serán de máxima precaución para evitar imprevistos. «Los cambios de temperatura no ayudan nada a la preparación y ya me jugaron una mala pasada esta misma temporada», señala el bombero.

La Asociación Cultural Deportiva de Bomberos, los voluntarios en todas las plantas del WTZ de Club Mundo 080 y laboratorios Nutergia van a hacer posible la celebración de este acto. Robles no correrá solo. Llevará un chip en la zapatilla que le contabilizará el número de metros recorridos. «Hay dos formas de certificar el récord Guinness: la primera es costear los gastos a un juez de Londres y la segunda es enviar todas las evidencias gráficas y audiovisuales que certifiquen el récord según las condiciones que ellos marcan», explica detalladamente Robles. «A todo esto, se le añade la obligatoriedad de dos testigos independientes que firmen el evento y un cronometrador oficial».

Torre Eiffel, Empire State...

«Todo empezó como un juego y los compañeros me animaron a probar y vi que no se me daba nada mal», recuerda Robles de sus inicios allá por el 2010 en los Juegos Europeos de Policías y Bomberos. A partir de entonces encontramos un dilatado historial de escalada en su currículum particular. Sus piernas ya han ascendido a edificios tan emblemáticos como la Torre Eiffel de París, el Empire State de Nueva York o el International Commerce Centre de Hong Kong. El aragonés consiguió ser el cuarto más rápido del planeta en el Vertical World Circuit en el año 2015. Esta competición consiste en subir las escaleras de diez de los rascacielos más altos del planeta, en la cual el aragonés ha participado en dos ocasiones (2014 y 2015).

Aparte de dar la vuelta al mundo, David Robles ha participado en carreras de bomberos añadiendo la dificultad del equipamiento de más de 25 kilos. «Se corre con un peso adicional mientras respiras por una bombona. Es andar rápido, no correr», analiza Robles rememorando la carrera celebrada en el WTZ en el 2011.

El aragonés se muestra confiado ante la prueba y afirma que «si todo sucede como tiene que suceder y no acontece nada extraño, estaremos ante un nuevo récord Guinness».