Es la propia Carmen López la que asegura que ella fue la primera baterista de España. Bien podría ser. Lo que no cabe duda es de que fue una pionera de este instrumento, que comenzó a tocar a principios de los años 50 en la Orquesta Armónica de su pueblo, Sestrica, animada por su hermano. Era la única mujer de aquel conjunto que recorría los pueblos en las fiestas. Ahora, con 84 años, su historia salta a la pantalla en La chica de la orquesta, un documental de Isabel Soria y José Manuel Herraiz que hoy se presenta en Las Armas, a las 19 horas.

«Carmen llegó a nosotros a través de una fotografía que encontramos en la Diputación Procincial de Zaragoza, en la que estaba con la orquesta. Pensé que allí había una historia que contar y se la enseñé a mi compañero de fatigas audiovisuales, José Manuel Herraiz, y nos lanzamos a ello», cuenta Isabel Soria. La codirectora del documental apunta que la conversación que tuvieron, en un primer momento, con el alcalde de Sestrica acabó por convencerles, «pues nos dijo que Carmen, a pesar de estar delicada de salud, era una mujer abierta y que estaría encantada de reci birnos. Y así fue, nos encontramos con una señora llena de encanto, con sentido del humor y generosísima», insiste Soria.

La directora explica que Carmen López llegó a la orquesta y a tocar la batería «de forma casual, no tanto por querer ser artista, que seguro que nunca se lo planteó, sino empujada por los tiempos en los que vivía y como una forma de ganarse unos dinerillos, más como un oficio que por vocación artística; aunque eso sí, está claro que se divertía».

Sea como fuese, lo que está claro es que Carmen López marcó el ritmo no solo de la orquesta en su momento, sino también el de otras mujeres que se atrevieron después con un instrumento tan singular como la batería. Así, en el documental participan también Esther Lafuente baterista de grupos como Dos Lunas, Deveró o Dos Pasos y profesora en la Escuela Municipal de Música de Zaragoza, y la más joven Alba Villarig, que lleva las baquetas en el dúo Lady Banana.

«Por edades, podrían representar a la abuela, la hija y la nieta y lo que hemos hecho, o mejor dicho lo van haciendo ellas, es narrar sus vivencias con la batería, a la que cada una llegó de una manera distinta, pero también a la vez, la evolución de la mujer en la historia de España, de una manera muy sintética, claro».

En La chica de la orquesta, además, se le hace un homenaje muy familiar a Carmen López, «pues era de justicia, ya que nunca tuvo un reconocimiento», pues, como apunta Isabel Soria, «la intención era desenterrar una historia tan entrañable y ponerla en valor».

Tras la proyección de esta tarde en Las Armas, «la intención es mover el cortometraje por todos circuitos y los festivales en los que pueda encajar», señala con entusiasmo la directora del documental, que ha contado con el patrocinio del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM).