«¿Qué soy? Soy motorista, siempre lo he sido y siempre lo seré». Esto es lo que Lorenzo Pérez tenía en mente cuando, después de 20 años en la misma empresa, se vio de un día para otro en la calle con 53 años, mucha experiencia, demasiadas ganas pero poco interés por parte del mundo laboral en una persona de su edad. Gracias a estas preguntas y después de mucho esfuerzo creó un Sidecar Funerario que el pasado 9 de octubre recibió el primer puesto de los Premios +50 Emprende, donde compitió con más de 300 iniciativas de toda España.

«Cuando me echaron fue un golpe muy duro anímicamente hablando y tuve que replantearme muchas cosas», explicó Lorenzo mientras echaba la vista tres años atrás.

Durante los funerales, los moteros se ven en «la tesitura» de tener que ir detrás de un coche fúnebre como «un cortejo», por lo que Lorenzo buscó información de por qué tan solo un vehículo de categoría C puede hacerse cargo de este servicio. «Como buen aragonés que soy, a mi no me valía esa respuesta, tenía que haber un motivo que me impidiera esta actividad», contó. A raíz de esta escasa información que había obtenido por parte del Gobierno de Aragón, de la DGT y de Sanidad, se puso en contacto con el laboratorio de homologaciones en Madrid, donde le dijeron que tenía que acudir al Ministerio de Industria donde finalmente le informaron del cambio que había conseguido.

A partir de aquí, lo primero que Lorenzo hizo fue patentar su idea porque se había jugado «hasta el último céntimo» de su capital en este proyecto.

Actualmente esta empresa se encuentra en un proceso de adaptación y de presentación del producto. «Justo en esta parte surgió la posibilidad de presentarnos al concurso», explicó Lorenzo, que reconoció que gracias a este premio habían conseguido «terminar de construir la empresa y pagar alguna factura pendiente» porque económicamente hablando, se ha hecho «un gran desembolso».

Este concurso permitió dar una oportunidad a 328 proyectos elaborados por personas de más de 50 años. Lorenzo pudo ver, según explicó, el gran talento que había ahí reunido. «Hay que valorar a la gente por lo que es o por lo que hace y las empresas se están perdiendo a muchas personas muy válidas porque se centran en la edad», sentenció.

«Yo siempre he sido una persona muy activa y emprendedora y me niego a ser un parásito de la sociedad o a que un número marque mi trayectoria laboral, explicó Lorenzo, que se consideró motero 100% mientras aseguraba, sin ningún tipo de problema, que no le gustaban los coches. «Un coche mueve un cuerpo, una moto un alma y los que somos motoristas, lo somos siempre», sentenció.