Como muchos otros inventos, el producto que acaba de lanzar al mercado el zaragozano Javier Sánchez también surgió por pura necesidad. «Siempre que me tocaba limpiar las persianas, ya incluso en casa de mis padres, me preguntaba cómo podía ser posible que nadie hubiera inventado nada para limpiarlas por fuera de una forma cómoda y segura», explica Sánchez. Hace cinco años, cuando comprobó gracias a una empresa especializada en marcas y patentes que no había nada igual en el mercado, el zaragozano decidió traspasar un negocio de reformas y mobiliario de cocina que tenía en Delicias para dedicarse por completo a este proyecto.

Como él mismo reconoce, el proceso ha sido «largo e intenso, pero ha merecido le pena». Per-lim, una especie de mopa vertical con un brazo extensible, se empezó a comercializar hace cuatro meses por internet y ya se han vendido más de 450 unidades. Sánchez sueña ahora con que su innovador aparato acabe teniendo tanto éxito como el invento que patentó en 1956 el riojano, pero aragonés de adopción, Manuel Jalón Corominas. «Con que triunfe la mitad que la fregona ya me doy por satisfecho», bromea Sánchez.

Aunque por el momento Per-lim solo se comercializa en la web creada por el zaragozano, el inventor acaba de firmar un contrato con una plataforma de venta por internet con la que espera llegar a más hogares. «Nos estamos dando a conocer por las redes sociales y con el boca a boca, por eso el 60% de las ventas que hemos registrado hasta ahora proceden de Aragón y el resto llegan desde España», explica Sánchez, que apunta que ya está negociando con distribuidores para estar presentes en tiendas físicas. «En dos o tres meses esperamos estar en grandes comercios españoles y también europeos», destaca.

Sánchez ha apostado fuerte por el proyecto. De hecho, en estos últimos cuatro años ha invertido más de 200.000 euros. «Lo primero que hice fue patentar el producto y luego me puse ya a diseñar los moldes de inyección de plástico, que ha sido lo que más dinero ha costado», indica este inventor de 49 años que recuerda que para lograr la financiación recurrió a amigos y familiares, socios ahora de la empresa.

Apuesta por el territorio

Para fabricar las mil primeras unidades de Per-lim, Sánchez ha contratado los servicios de dos empresas de inyección de plásticos de Cuarte y La Muela. «Las mopas las compro en Valencia, pero porque aquí no he encontrado ningún proveedor», señala el zaragozano.

Sánchez, que está casado y tiene tres hijos, reconoce que los inicios no han sido fáciles porque el proceso se ha alargado más de lo previsto y había dejado su trabajo anterior, pero subraya que «quien no arriesga no gana». De hecho, confía en que será un éxito. «Hay artilugios que sirven para lo mismo pero hay que instalarlos y son un armatoste», comenta Sánchez, que destaca la facilidad de manejo de Per-lim, que pesa tres kilos y cuesta 88,90 euros.