Dicen no sin mucho humor que son «más de la calle que un paso cebra». De ahí y de un sinfín de anécdotas surge el nombre de un grupo que se ha convertido en una de las sensaciones de las calles zaragozanas por el jaleo que montan en cuanto las pisan con sus instrumentos. Ayer mismo, la calle Alfonso vivió la energía que despliegan Los paso cebra.

«Todo empieza en julio de este mismo año cuando Tote y yo -explica Álex- nos vamos a hacer una rutilla por Francia e ir bajando hasta acabar en el Rototom en Castellón haciendo música callejera y viviendo de ello. Allí nos encontramos con Jose que fue el que nos presentó a Migue. Y él fue precisamente el que nos llevó a Andalucía a hacer otra rutilla... Así se formaron Los paso cebra, en la misma calle», dicen con alegría. Y es que ha sido la propia calle la que ha ido forjando su estilo: «Teníamos un cajón y una guitarra y todo fluyó, empezamos a tocar una rumbita Álex y yo y fuimos rumbeando... Crecimos en la calle», comenta Tote (voz principal, guitarra y cajón de la formación). «Musicalmente lo que nos une a todos es la rumba, que es lo que hemos escuchado desde pequeñitos», apunta Álex (guitarra, cajón, palmas y voz coral).

CANTAR 'JALEO'

«La experiencia está siendo muy positiva en todos los aspectos, nunca hemos tenido ningún problema, al revés. Es cierto que teníamos al principio ese miedo de tocar en la calle porque no es lo mismo cantar cancioncitas que cantar jaleo y la verdad es que, al revés, la gente encantadísima, los bares de la zona se portan increíble, nos sentimos en casa», dice Tote antes de enumerar los lugares por donde se suelen mover, «la Madalena, la calle Alfonso, el Tubo, las calles principales de Zaragoza... vamos observando donde hay más gente y allá vamos».

«Solemos salir los jueves al Juepincho y los sábados y domingos a la hora de vermú, depende del día y la pereza que nos dé -resalta Migue-. Solemos estar un par de horas, hacemos un par de pases de 30 o 40 minutos con un descanso para tomarnos una cerveza entre medio», comenta el encargado de uno de los cajones y del «jaleo». El componente que falta, Jose, está a cargo de la guitarra y también ayuda con sus voces.

La pregunta del millón y casi obligada, ¿se gana dinero tocando en la calle? «La gente colabora y algo da pero para repartir entre cuatro no da para mucho», dice Tote para bromear a continuación: «Como hay tanto jaleo, la gente baila mucho y se le olvida echar un poquillo», aunque todos tienen claro que lo que sí se llevan a casa «es ese calor y eso, a día de hoy, es lo más importante». Y a raíz del movimiento que se está creando en torno a sus actuaciones, Los paso cebra han ido haciéndose un hueco: «Gracias a la calle nos han salido muchos eventos. Llevamos solo un par de meses pero estamos siendo el boca a boca de muchos artistas de aquí de Zaragoza, incluso se nos han presentado tres mánagers que quieren llevarnos de gira por todo Aragón e incluso por España. El núcleo ha sido la calle pero nos ha abierto mil puertas que ahora estamos aprovechando de una manera más profesional ofreciendo conciertos en salas».

ÉXITO EN LA CALLE ALFONSO

A priori parece que uno de los grandes momentos para salir a tocar en la calle son las Fiestas del Pilar aunque Álex matiza que cualquier día puede ser bueno: «En esas fechas, hay mucha jarana y mucho calor de la gente pero sinceramente cualquier otro día puedes encontrar algo parecido. Nosotros hemos cortado la calle Alfonso un jueves. Hay lugares que siempre está petado de gente y la podemos liar en cualquier momento, somos Los paso cebra».

¿Hacía dónde se dirige el grupo? «Creo que como todo el mundo, ¿no? Si te gusta la jardinería te gustaría comer de ello. Nosotros igual, nos gustaría comer de ello y dedicar todo el tiempo posible a crear, a la música y a compartirla con la gente. Si eso es recompensado, genial. Yo ahora invierto todo el tiempo en la música aunque de momento nos da poquito. Nuestro objetivo ahora mismo es tocar en la calle porque la gente es la que te da de comer sea de una manera u otra, si al final gustas y te ganas su cariño, son ellos los que te van a ir a ver a un bar», dice Tote.

Al lado su compañero de banda, Álex, vuelve a la calle: «Lo que me da más miedo es el frío… Empezamos en verano así que todavía no nos hemos visto en esas pero nuestra idea es seguir por mucho tiempo, aguantaremos el cierzo», concluye. La calle les espera.