El 12+1 marcó su vida para lo bueno y para lo malo. 12+1 eran sus titulos mundiales en 50 y 125cc, pero también uno de los días más complicados de su vida. El 13 de noviembre de 1977, un joven Ángel Nieto -30 años- caía de su moto en el circuito urbano de Benidorm tras perder los frenos, atropellando a 5 personas. Aquel maldito 13, Ángel vivió uno de los momentos más terribles de su vida y comenzó su relación amor-odio con el 13- 12+1 para Ángel-.

Las superstición y el 12+1

La superstición era una importante parte de la vida de un piloto que, si caía con un mono al estrenarlo, lo arrastraba por el suelo antes de ponérselo otra vez. Nunca hablaba del "13", hasta el punto de hacer verdaderas piruetas lingüísticas para evitar decir esa palabra que tan malos recuerdos le traía.

Es curioso que ese número, el 12+1, marcase también para bien su vida ya que fue uno de los pioneros del motociclismo español y el motociclista más laureado hasta el momento de la historia de España, con 6 victorias mundiales en la categoría de 50cc y 7 victorias en 125cc, ganando un total de 90 grandes premios. Solamente el italiano Giacomo Agostini (122 triunfos) y el también ya mítico Valentino Rossi (115) tienen más victorias que el campeonísimo español.

A dos títulos mundiales de Rossi y Agostini

Le faltaron dos títulos mundiales para igualar a Giacomo Agostini, el italiano que domina el palmarés-junto con Rossi- de los campeonatos de motociclismo con 15 títulos mundiales (8 en 500cc y 7 en 350cc). El propio Nieto confesaba que podría haberle batido si se lo hubiese propuesto. Todo queda en especulaciones al fin y al cabo, pero lo que está claro es que Nieto era el hombre más importante del motociclismo español, el más carismático y uno de los más conocidos en los circuitos de todo el mundo, a los que llevaba más de 50 años acudiendo casi ininterrumpidamente.

El piloto, que nació en Zamora y se mudó en sus primeros años al madrileño barrio de Vallecas, medía sus años en los grandes premios por la cantidad de veces que había visitado la "catedral del motociclismo". El GP de Holanda, que año tras año se celebra en Assen, era su forma de saber cuántos años llevaba en el itinerante circo del mundial de Moto GP. Desde 1988 habitual en los micrófonos como comentarista de los grandes premios de motociclismo, el zamorano era una de las caras conocidas de las retransmisiones deportivas, a las que aportaba mucho color y su experiencia como piloto, siempre con un carisma propio y un buen humor que dejaban al espectador prendados del deporte y de sus comentarios.

Unos inicios complicados

Tras una infancia difícil en el barrio de Vallecas en el seno de una familia sencilla, el piloto consiguió trasladarse a Barcelona, donde comenzó a trabajar para Bultaco. Su carácter indomable y ciertamente alocado no le permitió durar mucho con la firma y pasó a trabajar unos seis meses en la fábrica de Ducati. Allí tuvo que vivir en un sótano de una frutería donde "lloraba todas las noches" y las pasó "canutas", además a todo esto se añadía que no podía pilotar porque tenía que tener 18 años para acceder a subirse en la moto de 125cc.

Con la mente puesta en la competición, se las arregló para conseguir montarse a lomos de una Derbi, justo lo que él quería y "para lo que había ido a Barcelona", según aseguraba en una entrevista a 'Fórmula Moto'. A partir de ahí el resto es historia, comenzó ganando el Campeonato de España de 125cc en Sevilla en 1965 y en el 1969 ya era campeón del mundo con su Derbi de 50cc. Tras estos primeros triunfos llegaron 5 más de 50 cc ( 1970, 1972,1975, 1976 y 1977) y 7 títulos en 125cc (1971, 1972, 1979,1981, 1982,1983 y 1984) y 23 campeonatos de España en diferentes cilindradas.

Un estilo de vida único

El salto a la fama vino acompañado de numerosas apariciones públicas fuera de las pistas y de mucha presencia en las fiestas de Eivissa, isla de la que se enamoró y donde tenía situada su segunda residencia. Habitual de Pacha y de la noche ibicenca, el gran expiloto era conocido por su estilo de vida peculiar, siempre moviéndose en motos, motos de agua o quads.

Este último ha sido el que causó las graves lesiones que al final han acabado con su vida. El 26 de julio de 2017, Nieto se desplazaba con su quad a las 10.30 de la mañana cuando fue embestido por una conductora tras frenar en un cruce de dos carreteras. El fuerte impacto le produjo graves lesiones cerebrales, por las que fue ingresado en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, donde fue inducido al coma y donde fue tratado por el equipo médico. El miércoles 2 de agosto se anunciaba una mejora en su estado de salud, pero de madrugada se produjo un grave empeoramiento contra el que nada se ha podido hacer.

Nieto- de 70 años- deja a tres hijos y a su esposa Belinda. El ex piloto era padre de Pablo y Ángel Jr. ('Gelete') -ambos trabajan ahora dentro del mundo del motociclismo y fueron pilotos- y de Hugo Nieto, un prometedor joven tenista de 16 años que está en la Rafa Nadal Academy. Los dos primeros hijos son fruto del matrimonio con su exmujer Pepa Aguilar y Hugo nació de su relación con Belinda Alonso, con la que llevaba ya 17 años casado.