"Estoy aquí para anunciar que en Cheste haré mi última carrera y que me voy a retirar a nivel profesional". Con estas palabras y con tono emocionado, Jorge Lorenzo, tricampeón del mundo, ha comunicado que pone fin a su carrera profesional. Lo ha hecho en una multitudinaria conferencia de prensa, acompañado por buena parte de los pilotos de MotoGP, y junto a Carmelo Ezpeleta, máximo responsable del campeonato.

"Siempre he creído que la vida no se reduce solo a las motos. Hay muchas mas cosas que hacer en la vida, hay muchas más cosas a las que dedicarse. No lo he pensado mucho, he pensado algunas cosas pero no he empezado a planificar. Me gustaría tomar unas largas vacaciones en invierno con sol y playa y cuando regrese empezaré a planificar mi vida", explicó el piloto mallorquín muy emocionado.

Todo empezó torcido

Pone fin, tras una temporada muy irregular a una carrera con cinco títulos mundiales, dos de 250cc (2006 y 2007) y tres de MotoGP (2010, 2012 y 2015), superando a los mejores pilotos de la historia, como el italiano Valentino Rossi, al que derrotó con su misma moto (Yamaha) y a Marc Márquez (Honda), al que le arrebató el cetro del 2015.

Lorenzo, que ya empezó esta temporada sin haberse recuperado del todo de las lesiones sufridas el pasado año y, por tanto, en unas condiciones físicas insuficientes para pilotar un potro tan salvaje como la Honda, que solo Márquez convierte en invencible, ha ido acumulando, no solo caídas y más lesiones, sino incomprensión por parte de su entorno y, sobre todo, una falta tremenda de acoplamiento a la RC213V, pese a acudir, a mitad de campaña, a Japón donde pasó algunos días para que el centenar de ingenieros que posee allí Honda Racing Corporation (HRC) intentase buscar soluciones para que su moto se adaptase a su pilotaje.

Lorenzo, un auténtico 'grande'

Después de 17 años en el 'paddock' del Mundial, Lorenzo se va en el gran premio nº 297 y con la friolera, no solo de cinco títulos mundiales, 68 victorias (uno de los pilotos con más triunfos de la historia), 69 'poles positions', 37 vueltas rápidas en carrera y, sobre todo, 152 podios, es decir, el hombre que hoy ha anunciado su jubilación deportiva se ha subido al podio en la mitad de carreras en las que ha participado, conquista solo en manos de los auténticos campeones. Y es que hoy ha anunciado su retirada uno de los pilotos que más elogios y aplausos ha recibido a lo largo de las dos últimas décadas por sus conquistas y, sobre todo, por cómo lo hizo.

La noticia se ha producido cuando las dos partes implicadas en el conflicto, el equipo Repsol Honda y Jorge Lorenzo, parecían encontrarse en un callejón sin salida. Honda, cuyo presidente dijo en Motegi (Japón), hace poco más de un mes que cumpliría con el contrato del mallorquín y que correría con su moto el año que viene, no pensaba romper ese acuerdo, aunque lo estaba deseando. Y Lorenzo, que no hace mucho, concretamente en Phillip Island (Australia), desmintió que pensaba retirarse cuando el rumor se convirtió en clamor en el bello trazado australiano.

Zarco, mejor colocado que Àlex Márquez

La salida que Lorenzo ofrece a Honda, deja las manos libres a Alberto Puig, máximo responsable deportivo del equipo campeón del mundo, para poder preparar la contratación de un nuevo compañero de boxe para Márquez en la mejor escudería del campeonato. Todo parece indicar que las pruebas realizadas a lomos de la Honda del japonés Takaaki Nakagami por el francés Johann Zarco, bicampeón del mundo de Moto2 y expiloto de KTM MotoGP, han convencido a los japoneses y es más que probable que, sin más pilotos de MotoGP libres, el 'team' Repsol Honda se conforme con Zarco. Eso sí, existiría una maniobra más atrevida y sería arrebatarle al equipo campeón de Moto2, el Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, a su reciente y flamante campeón del mundo, Àlex Márquez, que acaba de renovar y confirmar que, la temporada que viene, seguirá luciendo el nº 73 en su Kalex.

Los hay que considerarían precipitado el aterrizaje del 'hermanísimo' en MotoGP, pero lo cierto es que Àlex Márquez renovó, hace algunos meses, para seguir en Moto2 porque no había una MotoGP competitiva libre. Ahora, con la más que probable retirada de Jorge Lorenzo, la mejor moto del mundo se queda sin piloto y, por tanto, podría ser el momento de catapultar al menor de los Márquez, sin presión, con serenidad, al lado de su hermano Marc, para acabar convirtiéndolo en un gran piloto de la máxima categoría. Todos los que rodean a Àlex y todos los entendidos de MotoGP creen que el 'hermanísimo' hace bien en quedarse, un año más en Moto2, pero igualmente piensan que está preparadísimo para competir con los grandes. Da la sensación de que es el 'qué dirán' lo que más frena a Alberto Puig y a los máximos responsables de Honda, no la incapacidad, que no existe, de que Àlex Márquez sea, como así ocurrirá, un enorme piloto de la categoría reina en los próximos años.