Jorge Martín, el primer madrileño que conquista un título mundial de motociclismo (Ángel Nieto era de Zamora), tiene 20 años, se ha proclamado campeón del mundo de Moto3 en su carrera nº 65, conquistando su octavo título del mundo (la cuenta la inauguró, el pasado año, en Valencia) y se ha convertido en el campeón nº 20 de la historia del motociclismo español. Martín ha logrado la victoria nº 600 de España en el Mundial (43 pilotos han contribuido a esa marca) y es el cuarto español que conquista el cetro de Moto3 tras Maverick Viñales (2013), Àlex Márquez (2014) y Joan Mir (2017).

“Lo primero que se me ha pasado por la cabeza cuando me he proclamado campeón, que me ha costado saberlo porque he ido mirando las pantallas para saber cómo acababa Bezzecchi, ha sido el gran sacrificio de toda mi familia, la gente que nos ha ayudado y, sobre todo, que es verdad, es cierto, que, a veces, los sueños se cumplen”, comentó Martín al bajar del podio.

“Las lágrimas han empezado en la vuelta de honor, sobre todo cuando he visto a mi padre, en la curva 2, con la bandera española de toda la vida, la que llevaban cuando seguían a Crivillé y Aspar por todos los circuitos de España, que mamá ha querido que luciese aquí. No me lo podía creer, me lo iba diciendo a mí mismo a lo largo de la última vuelta, que por poco la cago, despistado, pero se trata, sí de un momento único, que no espero olvidar”.

De pronto, en la sala de prensa de Sepang apareció Jorge Lorenzo y tomó la palabra con enorme desparpajo. “No soy periodista, así que no haré pregunta alguna”, dijo el tricampeón mallorquín, “pero sí quiero decir que ante vosotros tenéis a un gran campeón, de momento, de Moto3. Disfrútalo al máximo, Jorge, pues has nacido para correr, para ir en moto, tienes un gran talento, eres un gran muchacho, estáa trabajando muy duro, te lo merece, has sido el mejor con diferencia y hubiese sido una gran injusticia que no te huieses llevado este título porque eras el único que se podía escapar”. Martín, antes de seguir con sus comentarios, le dio las gracias y dijo que “para mí, Jorge, siempre serás un ejemplo”.

SACRIFICIOS DE TODA LA FAMILIA

El piloto madrileño, ganador de la Red Bull Rookie Cup, reconoció que “ha costado muchísimo llegar hasta aquí y, sin el sacrificio de la familia, muy modesta, hubiese sido imposible. El objetivo era ganar el título y para eso hemos enfocado toda la temporada, pensando en ganar cada carrera y, sobre todo, superando todo lo que nos ha ocurrido, que ha sido mucho: lesiones, sobre todo la mano izquierda dañada en Brno y el guante mágico que se le ocurrió a mi padre, caídas mías, caídas porque me tiraron otros, ceros, ir por detrás en la clasificación…pero todo lo hemos superado”.

Martin explicó que en la carrera en la que se ha proclamado vencedor, es decir, la de hoy, en Sepang, Malasia, que es su séptima victoria de la temporada (Catar, EEUU, Italia, Holanda, Alemania, Aragón y Malasia), precedida ¡Dios! de su 11ª ‘pole position’ del año, que le proporcionó el título 50 a España (23 españoles han ganado, al menos, un título), “el plan era escaparse, pero era imposible, así que he decidido actuar con cabeza, esperar que la pista se secase y evitar líos”.

Pese a todo, ha reconocido que le ha podido, “como siempre”, el corazón y que cuando Marco Bezzecchi ha tratado de complicar las cosas, ralentizando la carrera, ha entrado al trapo “y eso que el equipo me había dicho que no entrase a la pelea, que tenía suficiente con quedar detrás de ‘Bezz’, pero me va la marcha, me sabía superior y, en cuanto he podido hacer cuatro curvas solo, sabía que tenía un segundito guardado y me he escapado. Luego solo tenía que controlar las últimas vueltas, ver en las pantallas donde estaba Marco y celebrar el título, que ha sido ¡la bomba!, algo mucho mejor de lo soñado. Me lo he pasado en grande y, sí, ganar el título venciendo es algo demasiado especial como para renunciar a una gesta así en un año donde todo ha sido muy sufrido”.

Martin era tan, tan, feliz, que le ha recomendado a los niños y familias que empiezan en esto que no se rindan nunca. “Que sepan que no es fácil, nada es fácil en el deporte de élite. No es fácil empezar, no es fácil despuntar, no es fácil llegar al Mundial, ganar y alcanzar el título y, sí, se tienen que juntar todos los astros, como me ha ocurrido a mí este año, para ser campeón. Pero, al final, y aquí están mis padres, Ángel y Susana, para certificarlo, y mi hermano Javier, de 10 años, en Madrid para celebrarlo, todo, todo compensa”.

LA AYUDA DE 'ASPAR'

Martín recordó algunos de los momentos más complicados de su carrera. Cuando sus padres se quedaron, los dos a la vez, sin trabajo, corriendo él la Red Bull Cup, que ganó y, sin embargo, no significó que tendría moto al año siguiente. O cuando siempre, siempre, tenía que ganar para poder disfrutar, al año siguiente, de una moto. “Hubo un momento que nos pidieron 200.000 euros para seguir corriendo y no los teníamos. Ahí se junto todo, Teo Martín, un loco de Madrid que le encantan las motos habló con Jorge Martínez ‘Aspar’, que nos dio la oportunidad y Maindra, también, y pude demostrar mi valor”.

Martin agradeció a Lorenzo, a su padre ‘Chicho’, “que me dio consejos durante mucho tiempo y arrancó de mi, cambiándome mi pilotaje, dos o tres décimas que tenía perdidas”, a Maverick Viñales y Aleis Expargaró, que “me han enseñado tanto y ayudado en los entrenamientos”, todo lo que habían hecho por él.

“Ha demostrado”, decía Ángel, su padre, “lo buen piloto que es. Ha sido siempre el más rápido, el que más deseaba ganar y el que tenía el título entre ceja y ceja. Y, al final, ha ganado como ganan los campeones, llevándose el último gran premio, dándolo todo en la pista”. Ángel Martín reconoció que él solo hace de padre“. “Nos hemos buscado la vida como se la busca una familia modesta para que su hijo pueda cumplir su sueño, que es correr. Yo sabía que tenía un campeón en casa y por eso nos sacrificamos todos, pero, sí, no siempre sale”.

Susana, la madre de Jorge y Javier Martin, de 10 años, que se ha tenido que quedar en Madrid con el resto de la familia, estaba “orgullosísima” de su hijo y más contenta aún de que luciese la bandera española con el toro, “que sé que puede provocar muchos comentarios pero que, simplemente, es la bandera talismán que tenemos en casa guardada, porque era la bandera que nosotros llevábamos a los circuitos cuando animabamos a Crivillé y Aspar”.

Susana destaca el enorme sacrificio de Jorge durante todo este año y, sobre todo, cómo ha superado las lesiones con enorme dolor. “Tiene el umbral del dolor muy bajo y no le importa nada sufrir, llorar y sacrificarse. Para él, correr lo es todo y, sí, lo da todo para ganar”. "No me duelen prendas reconocer", ha comentado mamá Susana, que no ha soltado una lágrima "bueno, sí, dos, bajo el podio", "que ha habido momentos, a lo largo de la carrera de obstáculos que hemos vivido todo, que hemos tenido que pedir dinero a la familia e, incluso, a algunos amigos, a los que ahora les doy, de nuevo, las gracias".