Jorge Lorenzo, cuatro veces campeón del mundo de motociclismo, las dos últimas en la categoría 'reina' de MotoGP, ha asegurado en Assen (Holanda), donde el próximo sábado se disputa el octavo gran premio de la temporada, que se encuentra "ahora ya sí" en el mejor momento de la temporada tanto físico como técnicamente "ya que las últimas modificaciones hechas en la Yamaha, en los ensayos privados en Aragón", les ha permitido a él y a su equipo convertir su M1 en una moto tan competitiva como la del pasado año.

"Sí, creo que Assen es el circuito ideal para mi pilotaje y las características de nuestra Yamaha y, por tanto, aquí deberíamos tener más posibilidades que en ningún otro trazado para intentar acabar con la racha de victorias de Marc [Márquez]", ha explicado.

Una locura

Cuando le recordamos que el año pasado, en este mismo circuito, protagonizó una de las grandes proezas de la historia del motociclismo al acabar quinto una carrera que disputó solo 35 horas después de operarse de una fractura de la clavícula izquierda, Lorenzo ha dicho: "Aquella decisión fue una auténtica locura y, desde luego, un año después creo que no debí hacerlo y pienso que no lo volveré a hacer, aunque no sé qué ocurrirá si vuelvo a estar cerca del liderato del Mundial o si vuelvo a pensar que no corriendo pierdo todas las posibilidades de pelear por el título, que es, desde luego, lo que me hizo cometer aquella locura".

Para Lorenzo "este año el título está ya casi imposible", ya que el piloto mallorquín es cuarto en el Mundial, con 78 puntos, a 97 de Marc Márquez, que es líder destacado después de conseguir, de momento, el pleno absoluto: siete de siete, 175 puntos de 175 puntos. Eso sí, Lorenzo, que asegura que no repetiría aquella locura, reconoce que "fue la carrera más emocionante" de su vida porque, "si hacer quinto en MotoGP en una carrera normal ya es meritorio y difícil", hacerlo en esas condiciones "es fantástico".