Es evidente que la experiencia de Jorge Lorenzo en el equipo Ducati, que paga casi 25 millones de euros por dos temporadas al tricampeón del mundo mallorquín, ha sido mejor, por supuesto, que la vivida por el italiano Valentino Rossi en los años 2011 y 2012, cuando solo consiguió tres podios, y discretos, en 38 carreras. Pero no cabe duda de que las dos temporadas protagonizadas por Lorenzo en el equipo de la firma de Borgo Panigale, propiedad de Audi, deben considerarse de desastrosos, pese a que esta temporada ha ganado en Italia, Barcelona y Austria.

Lorenzo fue contratado, cómo no, para ser campeón, para devolver a Ducati a la cima y, dentro de 16 días, se despedirá de su rica experiencia (nunca mejor dicho) con la sensación de haber perdido el tiempo todos (Ducati también, también) y unos números en su última campaña paupérrimos pues, en estos momentos, se encuentra noveno del Mundial, a 166 puntos del ya pentacampeón de MotoGP, Marc Márquez, que le casa la friolera de seis victorias de diferencia.

CUARTA AUSENCIA SEGUIDA

Lorenzo, que esta misma mañana ha sido sustituído, queriendo o sin querer, eso no se sabe porque ni Ducati ni él han dado, de momento, explicaciones, empezó fatal, apenas sin puntuar en las carreras de Catar, Argentina, Austin (EEUU), Jerez y Francia, remontó con las victorias en Mugello, Montmeló y Spielberg, para precipitarse tras caerse, él solo, aunque culpó a Márquez, en Motorland (Aragón), irse al suelo y lesionarse en Tailandia (la culpa, esta vez, fue de su moto) y no poder recuperarse a tiempo para participar en las carreras de Buriram, Motegi (Japón), Phillip Island (Australia) y, ahora, Sepang (Malasia). La gestión de todo este lio, por parte de Ducati y del tri mallorquín ha sido, como poco, curiosa, caótica y muy, muy, desconcertante.

Al final, Lorenzo intentará estar en la mejor forma posible en Cheste (Valencia), dentro de dos fines de semana cuando, no solo Ducati se juegue aún el título de constructores, el que más le interesa, y, un par de días después, el mallorquín tome contacto, por vez primera, con el primer prototipo de la Honda RC213V que le convertirá en el compañero de equipo del campeonísimo de la firma alada, Marc Márquez, dentro del prestigioso equipo Repsol Honda.

VIÑALES Y MÁRQUEZ, DELANTE

Lorenzo hoy, que ha presenciado, en el box de Ducati, como un espectador más el tercer entrenamiento del GP de Malasia, ha sido sustituido por Pirro, el piloto encargado, ya en ausencia del australiano Casey Stoner, de poner a punto y desarrollar la Desmosedici, la mejor moto de la parrilla de MotoGP, según todos, que ha tenido una discretísima actuación, acabando en la parte media de la parrilla de la categoría reina, al menos, en el primer ensayo de la jornada, que ha sido dominado por Maverick Viñales (Yamaha) y Márquez, separados por tan solo 26 milésimas de segundo.