Hay un momento en que te lo encuentras por el 'paddock' y le preguntas por qué todo el mundo cree que ganaría con cualquier moto y Marc Márquez se para, te mira y dice: "¿lo dices en serio?" Lo digo en serio. "Ese comentario lo oigo mucho y no sé por qué se dice, ni quiero saberlo. Ganar es adquirir un compromiso con la moto y tu equipo. Si todo el mundo rema en la misma dirección, cualquier proyecto puede ser ganador. Es verdad que una de mis virtudes, tal vez poco destacada, es que me adapto muy rápido a los cambios, de neumáticos, de electrónica…"

Y si le insistes diciéndole que la sala de prensa está llena de expertos que dicen, sabios ellos, que tiene que ganar con otras marcas para ser aún más inmenso, el heptacampeón más joven de la historia añade: "Todo eso lo dicen por morbo, por saber qué ocurriría con Márquez si se subiese a otra moto, no importa cuál, otra. Pero yo siempre digo lo mismo, tengo 25 años ¿por qué tengo que cambiar si donde estoy, el equipo Repsol Honda, estoy maravillosamente bien, soy feliz, disfruto y, encima, ganamos? Mi sueño de niño era llegar a este equipo, así que estoy donde quería. Si piensas en cambiar es porque necesitas un estímulo o te ha podido el ego, en el sentido de que has caído en la provocación que te han tendido ‘¿a qué no eres capaz de ganar con otra moto?’ Pero, no, no pienso caer en esa trampa".

LAS TRES OPCIONES DE MÁRQUEZ

Y si sigues con la idea, se para y añade como conclusión de la charla: "Hay, de momento, cuatro marcas con las que se puede aspirar a ganar. Está nuestra Honda, claro, Yamaha, Ducati y Suzuki, pero hasta que no te subes en ellas no sabes de qué pie cojean y qué virtudes tienen, así que prefiero no decir nada. Pero yo creo que con el respaldo total de la fábrica, un equipo técnico adecuado y el entorno ideal, enfocados todos, todos, en la misma dirección, se puede aspirar a ganar el título".

Es evidente que el micromundo de MotoGP sueña con Márquez montado en otra moto. Y, de momento, no ocurrirá. Tiene, como todos los 'magníficos', dos años más de contrato. Y, encima, ahora le llega el tricampeón Jorge Lorenzo a su box. Y, como reza Alberto Puig, su director deportivo, "eso le hará ser aún mejor, dar un paso más en su competitividad y veremos a un Márquez aún mejor". Pero, sí, el 'paddock' entero cree que el único piloto capaz de ganar carreras y títulos con otra moto (Lorenzo lo ha intentado en los dos últimos años con la mejor moto de la parrilla, la Ducati Desmosedici 2019 y no lo logró) se llama Marc Márquez Alentá.

"Por supuesto que Marc ganaría carreras y, tal vez, el título con nuestra Ducati", le contó Lorenzo a Damià Aguilar, de Catalunya Ràdio, el otro día en el programa ‘Tot Costa’. "Nuestra moto es muy competitiva y, posiblemente, la puedan llevar varios pilotos. Álvaro (Bautista), sin ir más lejos, en la gira demostró que con ella se puede aspirar, ya de inicio, al podio. Marc es un fenómeno y, sí, enseguida podría ganar carreras con nuestra Ducati".

El gran Randy Mamola, cuatro veces subcampeón de 500cc (1980, 1981, 1984 y 1987), auténtica leyenda, reconoce que está "absolutamente convencido" de que Marc ganaría carreras y títulos con esas otras tres motos que él nombra: Suzuki, Yamaha y Ducati. Y el equilibrista Mamola, un auténtico trapecista sobre la maltratadora Cagiva, asegura que la razón por la que siente fe ciega en Márquez "no es por su valentía, pilotaje, atrevimiento y habilidad, no, no, sino porque es el único piloto capaz de adaptarse a todas las motos y circunstancias. Marc doma a las motos, las hace suyas, no es como otros pilotos que se empecinan en cambiarlas antes que adaptarse a ellas. Marc se subiría a la moto que fuese y, a las cinco carreras, él y la moto serían un mismo cuerpo".

LA FE CIEGA DE CRIVILLÉ

Si entras así, a saco, de repente, en el estudio 'Ángel Nieto 12+1' de Movistar MotoGP TV y planteas la idea: ¿ganaría Márquez con cualquier moto?, los dos 'monstruos' allí presentes, Àlex Crivillé, el primer campeón español de 500cc (1999, Honda), y Juan Martínez, sabio de las suspensiones, te miran con los ojos como platos y, con la boca pequeña, casi en silencio, te dicen "sí". Martínez matiza con una enorme sonrisa de pícaro, con la que pretende curarse de críticas: "Bueno, mañana, no; pasado, tampoco, pero a las cuatro carreras estaría ahí, sí, en la lucha por la victoria. Eso sí, con la Suzuki, la Yamaha y la Ducati. Con la KTM aún no y con la Aprilia me temo que nunca".

'Crivi', que no se moja ni bajo el diluvio de ayer en Cheste (es broma), añade: "Marc es Messi o, como le oí decir el otro día a Santi (Hernández, el ingeniero del heptacampeón) el Rafa Nadal de las motos. Pero, ¡ojo!, porque Messi gana con el Barça, pero no con Argentina. Quiero decir que veo a Márquez ganar con las otras tres grandes motos, pero haciendo lo que hace en Honda: luchando, cayéndose buscando el límite, teniendo un equipo fiel y una fábrica que crea ciegamente en él, su arriesgado estilo de pilotaje y su determinación".

"Yo le veo ganando carreras con nuestra Yamaha", dice Viñales. "¿El título? El título no, el título es otra cosa. ¿Con nuestra Yamaha actual? Tendrían que fallar los demás. Mira Valentino y yo lo que estamos sufriendo para estar entre los seis primeros". "Marc tiene mucho talento, desde luego, pero nuestra Suzuki no es su Honda, no le permitiría hacer lo que hace ahora en la pista", añade Àlex Rins, que este año ha estallado con la moto azul, logrando ya cuatro podios.

"Marc tiene un talento increíble, se adapta a todo tipo de situaciones y, también, seguro se adaptaría a cualquier moto y le veo ganando con cualquier moto", comenta Álvaro Bautista, cuyo sensacional final de temporada no le servirá para seguir en MotoGP y sí para ser uno de los más serios candidatos, en el 2019, al título de Superbikes con Ducati. "Repito, el talento de Marc es sobrenatural y, además, es un piloto muy fuerte en cualquier tipo de circunstancias y situaciones".