Marc Márquez (Honda), de apenas 21 años, se ha convertido en el piloto más joven de la historia (antes lo era el mítico piloto británico Mike Hailwood, con 23 años) que enlaza, que consigue, dos títulos mundiales consecutivos. Márquez, que necesitaba quedar por delante de su compañero Dani Pedrosa (Honda) y del italiano Valentino Rossi (Yamaha) para renovar el título, tuvo la carrera controlada en todo momento, siempre bajo la premisa, ya lo dijo ayer al concluir los últimos entrenamientos, de que Jorge Lorenzo (Yamaha) tenía mucho mejor ritmo y era “claro favorito” para ganar la carrera, conformándose con la segunda plaza.

La carrera comenzó como pensaba Márquez, claro, es decir, con una salida mala, casi horrible, al igual que el inicio del gran premio, con averia en los frenos el viernes, con avería en su moto el sábado y una ‘quali’ mala, al acabar en cuarta posición los ensayos oficiales del sábado. Pero Márquez, que sabía que su pelea estaba en acabar por delante de Pedrosa y Rossi, midió sus primeras vueltas y sabiendo que, tarde o temprano, tras un excelente ‘warm-up’ en el que hizo el mejor tiempo, les daría alcance.

ASÍ LLEGÓ EL SEGUNDO GRAN TÍTULO

Mientras Rossi se escapaba y Lorenzo iba detrás de él, Márquez se ponía como objetico al italiano Andrea Dovizioso (Ducati), que iba pegadito a los dos líderes de Yamaha. El campeón de Cervera se desembarazó de Pedrosa en la salida y, aunque tuvo un toque con Lorenzo (“me sabe mal, pero ha sido sin querer, peligroso, sí”, reconoció el mallorquín), pudo seguir en carrera persiguiendo a ‘Dovi’, a quien superó justo en el ecuador de la carrera, es decir, en la vuelta 10 de 20.

Lorenzo, que ya había dado buena cuenta de su compañero de boxe, se iba, se fue. Pero Rossi, amigo personal de Márquez, quería amargarle la fiesta, no al catalán sino a Honda con su Yamaha, posponiendo el título hasta Phillip Island (Australia). Y lo logró a lo largo de seis vueltas, en las que Márquez superó al italiano en un par de ocasiones, que recibieron debida respuesta por parte de Rossi. Márquez le hizo otro interior portentoso a Rossi y se fue. No mucho, medio segundo, pero suficiente para asegurarse su segundo título mundial de MotoGP y su cuarto cetro, de ahí que la camiseta de la celebración fuese “3+1”, en busca, casi casi, del ‘12+1’ del mítico Ángel Nieto.

MÁRQUEZ: “SONRIÓ, PERO ESTO NO HA SIDO FÁCIL”

Tras superar a Pedrosa en la salida, tras driblar y aguantar el choque con Lorenzo, tras adelantar a ‘Dovi’, que se despistó un poco, y tras vencer el pulso con Rossi, Márquez no quiso más. No necesitaba más. Fue, más o menos, una repetición del primer gran título de la categoría ‘reina’ del pasado año, en Valencia, cuando Márquez tenía suficiente con acabar entre los cuatro primeros y concluyó en tercera posición, también detrás de Lorenzo, vencedor, y Pedrosa. Nunca Márquez ha logrado coronarse campeón ganando, “pero eso es lo de menos, nadie se acuerda dónde fue, cuando y cómo, solo queda el título, que es lo que perseguíamos desde el inicio del Mundial”, sentenció Márquez, que reconoció estar “muy feliz” pero inexpresivo. “Yo, que siempre me rio, no sé qué decir. Solo quiero decir gracias a la familia, a mi equipo, a Honda y, sobre todo, recordar que, aunque lo parezca, no ha sido fácil”.

Mundial de MotoGP: 1. Marc Márquez (España), 312 puntos (campeón del mundo, al contar con 82 puntos de ventaja sobre el segundo cuando quedan 75 puntos en juego); 2. Valentino Rossi (Italia), 230 puntos; 3. Dani Pedrosa (España), 230 puntos; 4. Jorge Lorenzo (España), 227 puntos; y 5. Andrea Dovizioso (Italia), 153 puntos.