Ganaban todos menos él. Pasaban los grandes premios, los últimos 11 de 2016 desde que ganase en Barcelona-2016 y los siete primeros de esta temporada, y ganaba todo el mundo menos él. Había comenzado el Mundial de las tres generaciones y él, Valentino Rossi, el líder de la primera de esas sagas, el único que está más cerca de los 40 (tiene 38) que de los 30, seguía sin ganar. Cierto, siempre estaba ahí, especialmente el domingo, pero no ganaba. Se caía en Assen-2016, le remontaba Dani Pedrosa en Misano-2016, cometía otro error en Le Mans-2017…y no ganaba.

EL CLAMOR POPULAR

“Iba a los bares, incluso a los bares amigos, y siempre se me acercaba alguien y me decía ‘¿qué pasa, Vale, llevamos casi un año sin ganar?’ y yo le decía ‘gracias, gracias, por recordármelo, no había caído”. Pero sí, había caído. Había caído muchas veces. No dejaba de pensar en ello. “Y ¿sabe por qué?”, me comentó nada más salir de la sala de conferencias bajo el podio de Assen, la catedral, “porque las horas más maravillosas de mi vida son las cinco o seis horas después de ganar. Me he dado cuenta, acabo de descubrirlo, que solo vivo para disfrutar esas horas. El pasado, los títulos, las victorias, las marcas, los récords, no me interesan. Vale, sí, son historia, pero yo quiero vivir el presente y perseguir esas cinco o seis horas de disfrute que siguen a cualquier victoria y ya son 115”.

El chasis que le acaba de regalar Yamaha le ha sacado del barro. Bueno, le ha permitido volver a disfrutar de su pilotaje pues, sin ganar, seguía en la pomada, siendo candidato, de nuevo, a conseguir su décimo título, el que más se le resiste pues lleva ocho años persiguiéndolo. “Barcelona, donde gané la última vez por décima ocasión; Assen, donde acabo de vencer, también por décima vez;Mugello, adorable y el precioso Phillip Island, son mis trazados favoritos”. Ahora, este mismo fin de semana, el Mundial se instala en Sachsenring (Alemania) “donde, en los últimos 30 o 35 años -bromea Rossi—ha ganado siempre Marc (Márquez)”. En efecto, desde que corre en MotoGP (2013), Márquez ha ganado siempre, siempre, en Sachsenring: 2013, 2014, 2015 y 2016.

CAMPEONATO DISPUTADÍSIMO

“Es el Mundial más abierto e incierto que recuerdo, tal vez solo comparable al del 2006 con Jorge (Lorenzo) y Casey (Stoner)”, añade Rossi, poco antes de que un montón de trabajadores del equipo Suzuki le reciban y detengan en el paddock de Assen para vitorearle y celebrar su victoria. “Llevamos ocho carreras y ya hay cinco vencedores: Viñales, Márquez, Dovizioso, Pedrosa y yo. Cada fin de semana pasa algo. Antes de que se apagasen los semáforos de Assen, era quinto del Mundial, a 28 puntos de Maverick; tras cruzar la meta como vencedor, soy tercero a solo 7 puntos de Dovi. Tremendo. Este va a ser el Mundial más disputado de la década, ya verán”.

Más de 100.000 fans, exactamente 105.250 espectadores, disfrutaron ayer de la 115 victoria de Rossi, de sus 225 podios en 356 carreras y nadie parece consciente de que el Doctor, poseedor de nueve cetros mundiales, está en el ocaso de su magnífica carrera deportiva. “Ha protagonizado una carrera excelente, le felicito”, dijo Viñales. “Ha estado perfecto, ha controlado siempre y, ya el sábado, cuando vi la facilidad que tenía para entrar en las curvas ayudado por el nuevo chasis de Yamaha, entendí que podía ganar”, señala Márquez, que añade: “Además, ha sido una carrera lenta, lo que le ha beneficiado”.