Italia. Mugello. Valentino Rossi. Día de la República de Italia. Día soleado. El pueblo amarillo llenando las laderas y tribunas del ‘Mugiallo’. Ningún italiano podía esperar un sábado tan redondo. El ‘Doctor’, que desde el Gran Premio de Japón del 2016 no conseguía la ‘pole position’ en una carrera, liderará mañana (14.00 horas, Movistar MotoGP TV) la parrilla de la categoría ‘reina’ tras una vuelta redonda (1.46.304 minutos), única, por debajo del récord como otros seis compañeros de salida. Casi lo nunca visto. ‘Vale’, que disfrutó de una vuelta de honor en olor de multitudes, estará acompañado en la primera línea por Jorge Lorenzo (Ducati), que se reivindicó con un ‘tiempazo’ (1.46.243), y Maverick Viñales (Yamaha, 1.46.208), que, pese a las dificultades sufridas esta mañana, resucitó en el ensayo definitivo. 27 carreras después, Rossi vuelve a lograr una ‘pole’.

Márquez y 'Dovi', en segunda fila

La segunda fila tendrá como inquilino de honor a Marc Márquez (Honda, 1.46.454, sexto), que volvió a salvar una caída de miedo, de horror, al levantar con su codo izquierdo la moto que ya estaba acostada en el asfalto. El ‘nen de Cervera’, que realizó tres vueltas de récord, de ‘pole’, no pudo acabar ninguna de ella como quería y, de nuevo, mañana deberá protagonizar (“tengo ritmo para ello, no me preocupa”) una gran salida y cinco o seis primeras extraordinarias vueltas para no perder el ritmo de los que pelearán por el podio.

Esa segunda fila, que cerrará Márquez, la abrirá Andrea Iannone (Suzuki, 1.46.347), protagonista durante todo el fin de semana al encabezar casi siempre, junto a Márquez, los entrenamientos y Danilo Petrucci (Ducati, 1.46.445). A Andrea Dovizioso (Ducati, 1.46.500), actual subcampeón del mundo de MotoGP, no le fue mucho mejor que a Márquez, pues arrancará desde la tercera fila.

"Es evidente que no puedo estar más feliz, sobre todo porque ha sido toda una sorpresa, ya que en ningún momento, durante estos dos días, he estado delante, aunque sí he trabajado muy duro hasta recibir, en esta última vuelta, mi recompensa, bueno, la que merece el equipo”, comentó un sonriente y eufórico Rossi, que fue saludando a las gradas en su vuelta de honor y provocando antorchas amarillas a su paso. “Esa vuelta ha sido una de las cosas más bellas de este año, desde luego, pero veremos cómo vamos mañana en carrera pues, tal y como están los tiempos, va a ser muy duro estar delante. Pero, bueno, estamos aquí para pelear y toda esta gente me empujará, seguro”.

Lo cierto es que la parrilla de mañana de MotoGP es tremenda. Los quince primeros han rodado por debajo del récord de Márquez del 2013: 1.47.639 minutos. Y no solo eso, los siete primeros, sí, sí, los siete primeros están metidos en tres decimas de segundo: Rossi, Lorenzo, Viñales, Iannone, Petrucci, Márquez y ‘Dovi’.

“He estado a punto, a 35 milésimas de segundo, ¡lástima!, de lograr la ‘pole’ lo que hubiese sido maravilloso en casa de Ducati”, se lamentaba, feliz, Lorenzo, “pero hemos demostrado estar listos, por fin, para la carrera de mañana, aunque me inquieta el rendimiento del neumático delantero. Veremos. La modificación que hemos hecho en el depósito me permite controlar mucho mejor la moto y trazar más cómodo, además de sufrir menos desgaste”.

Mientras Márquez se lamentaba de no haber logrado uno de los tres puestos de la primera fila “suficiente y, a la vez, vital aquí, pues la llegada a la primera curva, a San Donato, es muy peligrosa en grupo”, Viñales no acababa de estar feliz con el rendimiento de su moto y, muy especialmente, con la ausencia de ritmo. “No sé qué nos ha ocurrido esta mañana, pero no hemos ido bien en el entrenamiento previo a la ‘pole’. Luego he logrado una buena vuelta, pero no tengo muy claro cómo me irá en carrera”.