Mientras emergen nuevos valores, auténticos niños de 16 años como Pedro Acosta o Izan Guevara, Valentino Rossi, de 42 años, ganador de nueve títulos mundiales de 125cc, 250cc, 500cc y MotoGP, lleva más de tres años sin ganar y diez temporadas persiguiendo su 10º cetro mundial. Renovado por Yamaha, colocado en el equipo ‘satélite’ de Petronas, sin poder llevarse a toda su tribu, el ‘Doctor’ quedó el 12º en la primera carrera de la temporada, obtuvo la peor calificación en 26 años en el Mundial en la 'quali' del pasado sábado (21º) y, al día siguiente, el pasado domingo, acabó en el puesto 16º, perdiendo casi medio segundo por vuelta con respecto a su compañero de marca, el fogoso francés Fabio Quartararo.

La situación de Rossi, que continúa, por supuesto, siendo uno de los mitos del motociclismo, contando con millones de seguidores en todo el mundo, es muy delicada. ‘Vale’, que renovó por dos años con la firma de los diapasones, ya ha dicho, desde el inicio de los test invernales, que decidirá en agosto si sigue o no corriendo la próxima temporada. “Todo dependerá de los resultados que haya conseguido antes del verano”, señaló desde enero. Y, por supuesto, para Rossi los dos fracasos tremendos de Catar (la cuarta plaza en la parrilla del primer GP fue fruto de una pequeña trampita, pues hizo el crono tras el colin de la poderosa Ducati de su amigo ‘Pecco’ Bagnaia), son simplemente un mal momento, una mala racha, un seguir con los problemas del pasado año: no tiene agarre en el neumático trasero.

La Yamaha oficial vuela

Pero Rossi cree que, ahora, que el Mundial llega a Europa (Portimao, Jerez, Le Mans…) pueden cambiar las cosas, ya que Yamaha ha demostrado haber hecho un gran trabajo en la mejora de su M1, al menos en las oficiales de Maverick Viñales y el ‘Diablo’, ganadores de las dos primeras carreras. “Sabemos lo que tenemos que hacer, pero no podemos realizar demasiadas pruebas; no hay tiempo, debemos ser competitivos ¡ya!”, señaló Rossi al término de su último y desastroso gran premio. “Valentino no está viejo”, señaló el campeón mallorquín Joan Mir, “simplemente no le están saliendo las cosas en este inicio de Mundial, pero él tiene aún suficiente potencial como para cuadrar una vuelta y estar en el podio en cualquier carrera”.

No opina así todo el mundo. El excampeón del mundo de 500cc de 1981, el también italiano Marco Lucchinelli, un piloto también muy popular en Italia, ha sido durísimo con el mito mundial de Tavullia, gritando en una declaración: “¡Déjale la moto a un joven, Valentino! Hace más de tres años que no gana una carrera y el último Mundial lo conquistó en el 2009. Él siempre corrió para ganar, pero ahora corre para terminar. No estoy enfadado con Valentino, pero ahora no para de buscar excusas".

Empiezan las críticas

Ni que decir tiene que el ‘Doctor’ no tardó ni 24 horas en responder a su compatriota. "Lamento que Marco (Lucchinelli) diga estas palabras, porque era un gran amigo de Graziano (Rossi, expiloto de su época y padre del ‘Doctor’). Éramos muy amigos y cada vez que nos veíamos era super amable conmigo. Vamos, que me lamía el culo, aunque, tal vez, esta no sea una manera correcta de expresarme. Al final todos pueden opinar, si bien lo que importa son los resultados. Si puedo ir rápido, todos volverán a subirse a mi carro. Y si no lo logro, seguirán diciendo que debo retirarme”.

El italiano Valentino Rossi (Yamaha), encerrado en el box del equipo Petronas. /ALEJANDRO CERESUELA

Es evidente que la situación de Rossi ha ido empeorando con el paso de los años. No su fama, no su popularidad, no sus ingresos (al margen de su ficha anual con Yamaha, que sí ha ido decreciendo), no su influencia alrededor del ‘paddock’, pero no cabe duda de que la nueva generación, liderada, sin duda, por el nuevo campeón Joan Mir, y el regreso de Marc Márquez, el hombre que acabó con la racha victoriosa del ‘Doctor’, le van a arrinconar aún más en la parrilla de los reyes.

Los números de Rossi no es que estén lejos de sus años de gloria, de aquellos tiempos en los que ganaba un montón de grandes premios, dominaba las carreras, iba camino de todos los récords sino que, desde que se adjudicó su última victoria (Assen, Holanda, 2017), en una 'catedral' totalmente entregada, el 'Doctor' ha corrido exactamente 60 grandes premios y solo se ha subido 9 veces al podio.

Pese a todo, Rossi sigue teniendo muchísimo gancho. Pese a todo, el Mundial y, muy especialmente, la compañía Dorna, organizadora del campeonato, los organizadores de cada gran premio, las televisiones y, por descontado, los grandes patrocinadores del evento, están encantados de que Rossi siga corriendo. Es más, todos saben que, aún retirándose, el ‘Doctor’, que tiene una de las mayores estructuras en Moto2 y MotoGP del Mundial, seguirá siendo una persona de enorme importancia en este deporte. Como muy bien cuenta Carmelo Ezpeleta, jefe del Mundial, “cuando Valentino y yo hablamos, hablamos de todo menos de nuestra jubilación. Él y yo no hablamos de esos temas”.