En octubre del 2011, cuando Marco Simoncelli se dejó la vida en el circuito de Sepang, el Mundial de motociclismo entró en shock. Entre lamentos y nostalgia, Carmelo Ezpeleta, consejero delegado de Dorna, reaccionó para no volver a ver a un piloto fallecer en la pista. Impulsó el MotoGP Medical Team, un equipo de intervención inmediata.

"Llevamos dos coches con unidades de cuidados intensivos, que solo salen a la pista con bandera roja. Cuando el piloto se basta por sí mismo no salen", dice Ángel Charte, jefe de medicina interna del Hospital Universitario Quirón Dexeus, que dirige este equipo médico junto a Xavier Mir, director de la unidad de microcirugía y cirugía de la mano del mismo centro. El Medical Team no entra en escena, pues, cuando un piloto va al suelo, sino cuando la cosa se pone fea y hay accidentes graves o muy graves.

En ese caso, socorre a los pilotos en la propia pista. "El objetivo es darle una opción de vida al piloto. Aseguramos al 100% que sale vivo del circuito, aunque luego en el hospital puede tener lesiones que sean incompatibles con la vida", afirma Charte. Uno de los dos vehículos se coloca en el pitlane y otro en la mitad del circuito. "En cada uno de ellos, vamos dos médicos del circuito y dos del Medical Team", explica Mir. Aunque, puntualmente, aparecen refuerzos. "Solo en la vuelta de calentamiento y en la primera vuelta hay un tercer coche, que es conducido por un piloto profesional, porque es donde hay posibilidades de un accidente múltiple", alega. En cualquier caso, si Motorland acapara elogios por su particular trazado o sus modernas infraestructuras, también presume de seguridad.

"El circuito está tan bien planteado y equipado que no tenemos que revisar apenas cosas. Es uno de los mejores del Mundial en cuanto a seguridad y además es precioso". También Charte lo confirma: "Es muy seguro, de los tres o cuatro mejores del Mundial. En Aragón tenéis una perla", avisa. Mir y Charte han dirigido el Medical Team en sus tres años de existencia y son parte de la caravana del Mundial. Tienen contacto, pues, con los pilotos, con los que se crea un vínculo especial. "A ellos les da serenidad ver una cara conocida. Es un apoyo emocional también, no solo médico. Los médicos siempre tenemos más confianza con ellos", analiza Mir. Y el roce hace el cariño. O la admiración. "Los pilotos son gente de otra galaxia. Parece que es decir lo de siempre, pero tienen un poder de sufrimiento y una gestión del miedo impresionante", alaba Charte. De momento, la temporada no está siendo especialmente problemática: ha habido cinco intervenciones del Medical Team, pero no han sido accidentes realmente graves.

"De intubar ninguno", dice Charte. Y es que la seguridad de los circuitos ha aumentado notablemente. "El año pasado hubo unas 800 caídas y solo 25 lesiones, lo que quiere decir que tanto la seguridad de los circuitos como la capacidad de los pilotos para saber caer están mejorando", explica Mir, que apoya la intervención inmediata, pero también se ocupa fuera de la pista de la "vertiente traumatológica".

De hecho, esta temporada ha operado de distintas fracturas y lesiones, entre otros, a Pedrosa, Crutchlow, Iannone o Di Meglio. En otras temporadas sí hubo percances más graves.

El milagro de Danilo

En 2012, Charte recuerda el duro accidente de Simon Danilo en Brno. "Era su primer año (Red Bull Rookies Cup) y se quedó parapléjico. Actuamos sobre él en la pista descomprimiendo. Estuvo parapléjico un año y después comenzó a caminar", recuerda. "El año pasado, en el aeropuerto de Indianápolis, se me acercó un chico solo con una muleta y me dijo: 'soy Danilo'. Si no lo hubiéramos descomprimido en la pista, se hubiera quedado parapléjico para siempre", relata. Un milagro --médico-- a pie de pista.