Siempre está delante. Siempre da la cara. Siempre pelea. No cabe en su veloz Honda, pero Àlex Márquez no para de retorcer el puño derecho y tratar de tumbarse sobre el asfalto para pelear por su primer título mundial que, tras la victoria de hoy en Motegi (Japón), tiene mucho más cerca. Márquez estuvo siempre delante. Estuvo siempre con el australiano Jack Miller (KTM), desde el inicio del año gran favorito al trono. Pero fue esa manera de presionar de Márquez, esa forma de ser determinante, permanente, amenazante, la que puso nervioso a Miller, tanto que cometió un error terrible, en la curva 11 del circuito, en la que entró colado (más pendiente de su compañero de marc Danny Kent que de Márquez), lo que permitió al pequeño de Cervera meterse en el interior del giro y cruzar la meta como flamante ganador.

RINS, ELIMINADO POR KORNFEIL

La prueba, que empezó con la sospecha de que Miller se había saltado el semáforo de salida (los comisarios confirmaron que no), tuvo a un grupo de seis pilotos en cabeza durante las 20 vueltas. De ese grupito fue descartado, a las primeras de cambio, el veloz Àlex Rins (Honda), empujado casi hasta la arena por el checo Jakub Kornfeil, amargándole, no solo el Gran Premio de Japón, sino, posiblemente, el Mundial. Rins acabaría décimo. El grupito estuvo siempre, siempre, comandado por Miller a quien, de vez en cuando, le superaba Márquez, que perdía todo lo conquistado en la curva tres, que se le ha atragantado durante todo el fin de semana.

Por detrás de Miller y Márquez había, sí, una gran pelea. Kent parecía ir muy cómodo y no querer complicarle la vida, con un ataque, a Miller; el portugués Miquel Oliveira (Mahindra) podía haber ganado, iba muy bien, pero salió por las orejas a ocho vueltas del final, por suerte sin daño; el vasco Efren Vázquez (Honda) conquistó un nuevo podio tras el error de Miller y Kent y el británico John McPhee en ningún momento pudo rodar con los de cabeza.

TODO SE DECIDIÓ EN LA ÚLTIMA VUELTA

Era evidente que la victoria y los puntos, vitales para el Mundial, se decidirían en la última vuelta, que Miller empezó en cabeza, con Márquez detrás. De pronto, sin explicación alguna (Kent piloto una Husqvarna, que es una KTM disfrazada de esa otra marca, propiedad también del fabricante austriaco), Kent apareció amenazante, se supone que para ayudar a Miller a relegar al pequeño de los Márquez a la tercera posición. Pero lo que hizo Kent, ayudado por un más que nervioso Miller (su nominación, a mitad de temporada, como piloto oficial de Honda en MotoGP el próximo año le ha desviado de su auténtico objetivo), fue trazar mal, abierto y a destiempo la curva 11 en la que Márquez, en el balcón de ese grupito, apuró la frenada de forma bestial, lo suficiente para que, cuando Kent y Miller tuvieron que abrirse porque eran incapaces de coger la cuerda, colarse al ver la puerta abierta, la del GP y la del título, y arrastrar con él a Vázquez, que también andaba pillo y atento.

De nada, de poco, sirvieron los lamentos de Miller que, de nuevo, ha vuelto a fallar, aunque ahora, dentro de siete días, tendrá una buena revancha en su país, Australia, en el bello circuito de Phillip Island, donde llegará ya con 25 puntos de desventaja con respecto a Àlex Márquez, que ya le aventaja en una victoria (25 puntos).

Mundial de Moto3: 1. Àlex Márquez (España), 231 puntos; 2. Jack Miller (Australia), 206 puntos; 3. Àlex Rins (España), 194; 4. Romano Fenati (Italia), 174 puntos y 5. Efren Vázquez (España), 174 puntos.