Lo habían anunciado, sí, y aunque a primera hora de la mañana pareció que no iba a ocurrir, que el temporal, el diluvio y casi el huracán que presagiaban los sabios del tiempo pasaba de largo, rozando, el precioso trazado de Phillip Island, en Australia, un circuito que, dadas las condiciones de la pista, lo veloz que es, sus curvas rapidísimas y, sobre todo, la determinación y coraje con la que hay que correr, hacía muy peligroso (como así se confirmó) competir y pilotar con motos de más de 260 caballos. Y, sí, el temporal llegó, a los 12 minutos 50 segundos de iniciado el último ensayo de MotoGP, antes de la calificación, y la bandera roja suspendió la sesión hasta mañana, domingo.

Los pilotos de MotoGP, liderados por el campeonísimo Marc Márquez (Honda) y Valentino Rossi (Yamaha), defendiendo posturas opuestas (no es nuevo), abandonaron la pista y, vestidos con el mono de carreras y sin hablar ni siquiera con los responsables de sus equipos, acudieron al despacho de Dirección de Carrera para debatir qué hacían. Al final, se decidió suspender el ensayo y tanto la sesión de Q1 como la definitiva Q2, que debía decidir, como cada sábado al mediodía, el orden de parrilla. Ello provocó la confección de un nuevo horario y una ligera reducción en el tiempo de entrenamiento.

La mayoría no quería correr

De los 22 pilotos que compiten en Phillip Island, seis de ellos votaron por seguir el entrenamiento y la calificaciones. Entre los que deseaban seguir corriendo, pese a las durísimas condiciones que había en la pista ("yo nunca he visto nada igual", comentó Rossi, el primero que se negaba a seguir corriendo), estaban Márquez, Pol Espargaró (KTM), el recien llegado Johann Zarco (Honda) y el local Jack Miller (Ducati). El diálogo entre todos ellos fue sereno y, finalmente, todos aceptaron el aplazamiento, esperando conocer el nuevo horario, cuyo encaje debió de suspender las carreras de campeonatos australianos que completaban la jornada dominical.

"Yo creo que hemos hecho bien en tomar esa decisión, pues yo nunca había visto una cosa igual, ya que estamos hablando de una pista que, en esas condiciones, se convierte en peligrosísima, tal y como hemos podido comprobar en el accidente, al final de la recta, que ha sufrido Miquel Oliveira, que, por suerte, no se ha hecho daño", señaló Rossi, muy afectado por las condiciones ambientales. "Era imposible seguir, desde luego, y, pese a que un grupito quería seguir, creo que, al final, todos hemos coincidido en que era mejor esperar a que el tiempo mejore mañana", acabó diciendo el 'Doctor'.

Viento muy cambiante

"Yo estoy con la mayoría, era muy, muy, peligroso correr", dijo Maverick Viñales, a quien uno de sus ayudantes le comentó que se hablaba de vientos de hasta 60 kilómetros por hora. "Bueno, como dice 'Vale', la manera que Oliveira no ha podido controlar la frenada al final de la recta, un punto muy complicado, demuestra que, en cuanto te descuidas, el viento te saca fuera, no solo de la trazada buena, sino de la pista. Yo lo he sufrido e, insisto, nunca había padecido un viento así".

Fabio Quartararo (Yamaha), 'rookie' del año, completó esta explicación señalando que "el problema era múltiple, no solo de lluvia, de charcos, de velocidad sino, y eso sí era muy desconcertante, de rachas, pues había puntos donde sufrías ese viento huracanado y puntos donde apenas había viento. Muy desconcertante", señaló el 'Diablo', que, encima, corre con su pie izquierdo dañado, pese a haber recibido, a primera hora de la mañana, el visto bueno del médico del circuito de Phillip Island.

El precedente de Silverstone-2018

Hay que decir que, al margen de haber reestructurado el horario de mañana (las carreras, en principio, no han cambiado su horario: 02.00 horas, Moto3; 03.20 horas, Moto2 y 05.00 horas, en DAZN), ya ha habido, concretamente el campeón italiano Loris Capirossi, miembro de Dirección de Carrera y componente de la comisión de seguridad, quien ha hablado de la posibilidad, de momento, remota, de que el GP se celebre el lunes, decisión que se tomó, el año pasado, cuando el pésimo drenaje del circuito de Silverstone, obligó a suspender el gran premio.

Es evidente que, si el tiempo no mejora mañana, igual se verán obligados a tomar esa decisión porque por algo se cambio el contrato de los equipos y el organizador tras el incidente de Inglaterra, pero eso supondría, al margen de un gasto en logística y cientos de miles de euros en billetes de los 2.000 habitantes del 'paddock', un grave problema para poder desplazar todo el material, motos incluidas, a Kuala Lumpur donde, el próximo fin de semana, se cierra la gira asiática.