Hace más de dos décadas Opel incorporaba a su catálogo los modelos GSi, Grand Sport Injection, unas siglas que calarían en la mente de todo buen aficionado, y que aún recorren memorias pensando en aquellos añorados Kadett GSi o Astra GSi. Ahora estas tres letras regresan para poner el punto más deportivo a la gama Insignia.

De momento, y mientras se espera una posible versión OPC que probablemente superará los 300 CV, los nuevos Insignia Grand Sport GSi e Insignia Sports Tourer GSi están disponibles con dos motores, el 2.0 CDTi Biturbo, diésel que rinde 210 caballos, y el 2.0 Turbo de gasolina que se va hasta los 260. De este modo, el fabricante alemán ha optado por poner a disposición de las familias con carácter más deportivo cuatro opciones, pudiendo elegir entre dos carrocerías, berlina y familiar, y dos motores, uno de gasóleo y otro de gasolina.

En cualquiera de ellas, el nuevo Insignia se muestra en plena forma. Por primera vez en Opel, la nueva generación se presenta con la inteligente tracción integral con reparto vectorial del par que transmite potencia a las ruedas de manera individual, y con una caja de cambios automática de ocho velocidades que puede manejarse manualmente con las levas del volante.

Además, el nuevo Insignia Grand Sport se hace más flexible y liviano. Pesa hasta 175 kilos menos, una cifra que se va hasta los 200 en el caso del Sports Tourer, y la distancia entre ejes se ha alargado 92 mm en la nueva arquitectura. Una línea del techo curvada 29 mm más baja, la prominente parrilla delantera con finos faros y el aspecto tecnológico de la parte trasera añaden tensión al diseño, dándole una silueta elegante y atlética.

Así, los nuevos Insignia Grand Sport GSi e Insignia Sports Tourer GSi se distinguen del resto de la gama, además de por el motor, tracción y cambio, por un aspecto más deportivo, y por diferentes modificaciones realizadas en el chasis para conseguir mejores reacciones en conducción deportiva. Todo ello hace posible que consiga acelerar de cero a 100 en algo menos de ocho segundos, y que pueda llegar hasta los 250 kilómetros por hora, unas prestaciones ciertamente sobresalientes.

Además, entre los elementos exclusivos que confieren las siglas GSi, se encuentra el modo Competición del sistema FlexRide, que modifica la respuesta de la suspensión, la dirección, la transmisión y el acelerador, y que se puede elegir junto a los Standard, Tour y Sport. También es singular el equipo de frenos, con pinzas de cuatro pistones y discos de mayor tamaño, la suspensión rebajada y los amortiguadores más firmes.

Por lo demás, el diseño de ambos modelos viene marcado por una llantas de diseño específico de 20 pulgadas, grandes entradas de aire en el frontal, el alerón trasero, el difusor posterior y el doble escape cromado.

También en el habitáculo se han incorporado elementos exclusivos, como son el volante deportivo, los pedales de aluminio o unos envolventes asientos esport que integran los reposacabezas, y que pueden ser además calefactables e incorporar ventilación y masaje.

Los nuevos Insignia Grand Sport GSi e Insignia Sports Tourer GSi ya se pueden encargar, y se prevé que la primeras entregas se realicen a comienzos del próximo año.