Infiniti ha depositado todas sus esperanzas en el Q30, el primer coche específico que ha fabricó con vistas al mercado europeo. La firma premium nipona pretende crecer en volumen y consolidar su posición en el Viejo Continente con este modelo compacto.

El Infiniti Q30 destaca por lucir un diseño muy atractivo, tanto por fuera como por dentro, y por un gran comportamiento dinámico. Es un coche que sorprende por su comportamiento en carreteras reviradas. De hecho, la primera característica a destacar y que lo distingue de la competencia es su altura libre del suelo. Uno se lleva una gran sorpresa por su comportamiento, especialmente en cuanto a su agilidad y estabilidad en curvas.

Para desmarcarse en el segmento, el Q30 tiene unas cotas de compacto, con 4,42 metros de largo, pero su altura al suelo (21 centímetros) hace que adopte tintes de crossover. Esas proporciones hacen que destaque a simple vista y a la hora de ponernos al volante. La conducción más elevada ha convertido a los crosso-ver en coches de moda y el Q30 lo asume con naturalidad. La fluidez de las líneas en el exterior se traslada al interior con un salpicadero muy agradable en cuanto a composición y materiales.

Cuenta con cinco motores, dos diésel (1.5 de 109 CV y 2.2 de 170 CV de potencia) y dos de gasolina (1.6t de 122 CV y 2.0t de 211 CV), en una gama que dispone de hasta 17 versiones diferentes entre el acabado de base y el premium. En cuanto al diseño, destaca entre otros detalles, la rejilla de doble arco en el frontal, el montante trasero con media luna, las líneas marcadas de los flancos y las espectaculares y llamativas luces.

Con un perfil claro en berlinas, todoterrenos y crossover, a la compañía le faltaba un eslabón de conexión. Y este ha llegado con el Infiniti Q30. La importancia estratégica de este modelo en el marcado español es firme. El precio es otro de los grandes atractivos y argumentos que convierten al Q30 en un coche a considerar puesto que está a la venta desde 23.195 euros. H