Siendo el Jaguar más galardonado en la historia de la marca, la segunda generación estaba obligada a dar algo más que la situara en un plano superior. Y lo cierto es que los ingenieros británicos lo han logrado. El XF se concibió más pequeño por fuera, pero más grande por dentro para hacerlo más ligero y dinámico.

La longitud es de 4,95 metros y la altura de 1,47 m, mientras que la distancia entre ejes llega a los 2,96 m. Respecto al maletero, su capacidad es de 540 litros, presentando una boca de carga más grande y un sistema de apertura y cierre automático.

En cuanto al interior, su presentación es irreprochable tanto por los materiales y acabados como por el moderno diseño del salpicadero, que incluye una gran pantalla táctil de 10 pulgadas o el cuadro TFT de 12,3, además del selector rotatorio del cambio u otros detalles como las salidas de climatización abatibles.

La gama de motores está integrada por tres variantes de gasolina y tres diésel. En gasolina, las opciones se inician con un cuatro cilindros de 2.0 litros que rinde 240 CV. Es de propulsión trasera y va asociado a una caja automática de ocho velocidades. La gama se completa con dos versiones V6 de 3.0 litros de 340 y 380 CV. Pueden ser de tracción trasera o total y van asociados al cambio automático de ocho marchas.

Respecto a la gama diésel, Jaguar monta el cuatro cilindros de 2.0 litros Ingenium que estrenó en el XE realizado en aluminio y que se distingue por su bajo consumo. Se ofrece en dos versiones: la más básica con 163 CV y 4.0 litros de consumo y la otra versión de 180 CV y 4,3 litros. Ambas van asociadas con un cambio manual de seis marchas o automático de ocho. En el vértice de la gama hay un V6 3 litros de 300 CV con cambio automático y un consumo mixto de 5,5 litros. Los precios del XF oscilan desde los 43.060 hasta los 82.060.