Una multitud de hinchas uruguayos encabezada por el presidente José Mujica han acudido al aeropuerto internacional de Carrasco en Montevideo para recibir como un héroe a Luis Suárez, que regresa al país después de que la FIFA lo expulsara del Mundial por morder al defensa italiano Giorgio Chiellini.

Antes de acurdir al aeródromo a esperar al jugador, como hicieron centenares de aficionados convocados a través las redes sociales, el mandatario declaró al canal 12 de la televisión uruguaya que tras esta acción de la FIFA que indignó a todo el país "Uruguay se pone peligrosísimo" en el Mundial. "Cuánto más nos pegan peor es. Pobrecitos. Imagino la bronca de los muchachos", sostuvo el presidente.

Directo a casa

Pese a la larga espera, en el aeropuerto quedó un grupo enarbolando banderas, pancartas y fotografías del jugador dispuesto a esperar pese al frío de la noche en Montevideo ante la terminal aérea para transmitir su apoyo al ídolo de 'La Celeste'. La gente acudió al aeropuerto pese a que desde un primer momento se anunció que un gran servicio de seguridad rodearía la llegada del jugador y que este no pasaría siquiera por la terminal aérea, ya que sería recogido en la pista por un auto que lo llevaría directamente a su casa en Montevideo.

El delantero se había despedido el jueves por la tarde de sus compañeros en la concentración en la ciudad de Natal, donde le acompañaban su mujer y sus dos hijos. La plantilla viajó antes hacia Río de Janeiro, donde este sábado se enfrantará a Colombia en partido de los octavos de final.

Cuestión de Estado

Desde el momento en que se conoció la sanción de la FIFA (nueve partidos de suspensión y la prohibición de ejercer toda actividad relacionada con el fútbol durante cuatro meses), miles de ciudadanos uruguayos expresaron su indignación a través de las redes sociales por una medida que consideraron "desproporcionada" e "injusta". El apoyo a la estrella celeste en su país natal se convirtió incluso en una cuestión de Estado, y fue objeto de una reunión entre Mujica, y la ministra de Turismo y Deportes, Liliám Kechichián, para analizar una posible respuesta oficial a la decisión de la FIFA.

Mujica ya se había expresado en defensa de Suárez argumentando que no había visto que el salteño hubiese "mordido a nadie". La sanción sobre Suárez caló hondo en el sentimiento patriótico de Uruguay, una nación de poco más de tres millones de habitantes que vive el fútbol como su pasión y se vanagloria de tener una gran cantera de jugadores.